TODO IRÁ BIEN
Victoria
No estamos haciendo honor a tus enseñanzas. Tu legado podría tener a unos mejores herederos
Otra bazofia más grande
Victoria Prego fue la ventana por donde me asomé a España. En una familia catalanista ya en 1980 lo español no tenía demasiado prestigio y la serie sobre la Transición fue mi primer contacto con algo realmente brillante que había conseguido llevar a cabo ... la tan denostada política española, incluidos muchos dirigentes franquistas. Con Victoria aprendí a hablar con los adultos y de los asuntos de los que ellos hablaban. Con Victoria me gané el respeto de mis maestros, porque empezaba a saber cosas que ninguno de mis amiguitos sabía. Las imágenes de los políticos a los que luego admiré y agradecí me las explicó por primera vez Victoria. Ayer los periódicos dijeron que te habías muerto pero es mentira. Mientras continuemos por aquí cualquiera de los que hemos crecido contigo estarás tan viva y serás tan querida como cualquier otro día de tu vida.
Tú fuiste la voz de la última gran gesta de la mejor España. Tú eres el sonido de lo mejor que hemos hecho. De la buena voluntad de la que partimos aunque ahora nos hayamos apartado dramáticamente de aquel camino. Si algún día lo retomamos, que lo retomaremos, será a través de lo que tú dejaste dicho. Es lo que me sucedió a mí cuando pasé mi fiebre independentista. Mi regreso a la normalidad fuiste tú cuando te conocí en 'El Mundo' y volví a ver en Youtube todos los capítulos de tu formidable trabajo. Mi padre a pesar de ser de Esquerra los había coleccionado en VHS porque los consideraba la mejor enciclopedia de su juventud. Pasan las tecnologías pero perduras tú. Han pasado algunos años de la muerte de mi padre, más lo que hubo de silencio, y lo recuerdo hoy por ti.
No estamos haciendo honor a tus enseñanzas. Tu legado podría tener a unos mejores herederos. Es cierto que los que hablaron de la Transición como cerrojo ya casi no existen en la política española y tú estás más viva que ellos. No es poco, Victoria. Celebrémoslo.
Algunas veces hablamos de tu enfermedad y de la muerte. Yo acababa de ser padre y tenía miedo a todo, tú estabas preocupada pero bastante más tranquila. Aunque me imagino que debiste tener momentos de hundimiento, por lo menos hablando conmigo nunca dejaste de reírte, sobre todo cuando te decía que eras un ídolo para mí, más que un futbolista. Recuerdo también cómo te esforzabas en no faltar al trabajo y lo amorosamente que tus compañeros te suplían cuando ni queriendo podías acudir. Nunca fuiste una carga para nadie y todos se tomaron como un honor hacer tu parte.
Aunque entiendo que tal como está el panorama hayas podido pensar que un descanso de terrestridad quizá no es lo peor que podría pasarte, para personas como tú morirse no es tan fácil. Estás cosida a demasiado afecto, a demasiada Historia, a demasiada gratitud. Te dejamos que descanses, pero aquí te quedas, con nosotros, hasta que nos vayamos todos.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete