todo irá bien
Tus ojos en el cristal
No hay cuentas pendientes, pero haced el favor de dejarnos en paz, de dejaros en paz
Santi (5/04/2023)
Y por furcia (1/04/2023)
El domingo nos lo mataron y hoy ha resucitado. El Madrid empieza esta semana contra el Chelsea su particular ascensión. Diego Muriel, en Nobu Barcelona, es el chef más delicado, brillante y valiente que he conocido desde que Ferran cerró El Bulli. En ... mayo saldrá Seven Psalms, el nuevo disco de Paul Simon.
La Historia escrita por hombres y para hombres –aunque también es bienvenido el público en general– lleva más de 2.000 años funcionando viril, hermosa, genial. Cuando aún no estabais enfadadas, juntos lo pasábamos muy bien. Disfrutabais de lo que habíamos imaginado, preparado para vosotras. Éramos felices en los museos, en los restaurantes, en la descarga eléctrica de comprar un diamante en Place Vendome justo antes de ir a celebrarlo al Ritz. Recuerdo tus ojos en el cristal, abiertos como la tarde. Luego ya no los recuerdo más, porque cuando miraba abajo el pelo te los tapaba.
¿Cuándo empezasteis a creer que era un negocio estar cabreadas? ¿Por qué? No lo sé. Pero últimamente no hay quien os aguante. Estáis todo el día con lo mismo y no tiene ningún sentido, y no os ha hecho más felices. Ahora queréis cancelar a Picasso por cómo trató a sus novias. Y a mí que me importa. Y a vosotras qué os importa. Contemplad el arte. Disfrutad del arte. No siempre hace falta pensar. Nosotros también contemplamos y disfrutamos del impúdico arte de vuestro cuerpo desnudo y a media faena no se nos ocurre reprocharos lo coñazo que a veces sois.
Éramos felices y podemos serlo de nuevo. No hay rencor por nuestra parte, aunque nos habéis acusado de lo peor y nos habéis metido en la cárcel. No hay cuentas pendientes, pero haced el favor de dejarnos en paz, de dejaros en paz, de volver a la fiesta que os habíamos preparado. Os queremos igual, os estamos esperando. Sería encantador que nos volviéramos a mirar sin recelo, ir al museo Picasso y que fuera una alegría compartida, un destello de luz, una inspiración, y no este drama anunciado que acaba en bronca y aún no hemos ido ni a almorzar.
Sería fantástico que pudiéramos volver a hablar normal, con el masculino neutro sin sentirnos unos agresores. Dadnos una oportunidad y os prometo que recordaréis lo bien que se estaba cuando los cócteles del Hemingway se servían con una rosa si eran para una dama. No hace falta discutir. Podemos ir a misa, pedir perdón, darnos la paz y no estar toda la tarde jodiendo con que las mujeres no pueden predicar. Mi abuela era mucho más feliz que tú y si aún estuviera por aquí y le contestaras que tú estás más liberada, abriría la mano en todo su tamaño y te pegaría una bofetada. Toma libertad. Tenéis que dejar de insultar a Picasso, pero sobre todo y mucho antes, a las mujeres que no han caído en vuestra siniestra telaraña y quieren vivir la vida sin enredarse en vuestra incomprensible madeja.
El Señor ha resucitado y nosotros somos todas las vendimias de las horas pasadas y llevamos entreabiertos los siglos en nuestros hombros. Y no caemos.
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