todo irá bien
El próximo Ábalos
Zapatero interactúa de un modo inquietante con personajes incompatibles con la libertad y la democracia
Biden sois vosotros
Feijóo y Marchena
Sánchez teme que su próximo Ábalos sea Zapatero. Le preocupan las relaciones de su gran defensor en el PSOE con tiranos como Maduro –y no sólo Maduro– a los que el expresidente blanquea presentándolos como víctimas del imperialismo y de Donald Trump. Tal como Sánchez ... sabía en 2021 que un asesor de Ábalos iba por Madrid pagando comidas y fulanas con billetes de 500, sabe hoy que Zapatero interactúa de un modo inquietante con personajes incompatibles con la libertad y la democracia.
Preocupa también al presidente la crudeza con que el zapaterismo económico, en cabeza del exministro de Fomento, José Blanco, cobra para modificar con enmiendas los proyectos de ley a través de la consultora Acento. Liderada por Blanco y presidida por otro exministro, el popular Alfonso Alonso, cuenta en sus filas con excargos de casi cada partido político para poder 'transaccionar' con todos ellos. Pocas cosas hay tan valiosas como el favor de un presidente agradecido y eso es lo que tratan de exprimir los que administran en la sombra el apoyo entusiasta que ha prestado Zapatero a las más controvertidas decisiones de Pedro Sánchez, especialmente la amnistía ofrecida a cambio de los siete votos que le faltaban para su investidura.
Las alarmas saltaron el año pasado con la enmienda que Acento preparó para la Ley del Deporte por encargo de Javier Tebas, para que La Liga gestionara los ingresos económicos de Madrid, Barcelona y Athletic de Bilbao. Sánchez se asustó hasta el punto de que no sólo rechazó la intentona sino advirtió a sus colaboradores del riesgo de interactuar con la 'red Pepiño'. Pese a tales advertencias Acento facturó el año pasado alrededor de 8 millones de euros.
En el PP creó también estupor el traicionero modo en que Alfonso Alonso introdujo la enmienda, sin avisar a la dirección del partido, que cuando se enteró inmediatamente la abortó, y se hizo público que el exministro de Sanidad trabajaba para La Liga para modificar la ley según los intereses de Tebas.
En Sudamérica, Zapatero disfraza de alianza de civilizaciones y de antiimperialismo unas relaciones con Maduro que tienen trasfondos que todavía no son de conocimiento público, y que el día que se sepan causarán más de un escalofrío. En España, el grueso de lo que fue su aparato económico tiene una relación impúdica –por decir lo menos– con la administración. El optimismo antropológico del que tanto presume tiene puerta trasera y el presidente del Gobierno teme que haya llegado tarde a darse cuenta.
La máquina facturar de Acento funciona a pleno rendimiento. Zapatero combina su buenismo con su proverbial falta de escrúpulos. Imagínate la que tienen que haber organizado para que hasta Pedro Sánchez esté escandalizado.
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