TODO IRÁ BIEN
Los pecados capitales
Sánchez sabe que para mantener el poder el único escrúpulo es el poder
El desorden que dejas
Xavi y Sánchez se quedan
No somos una familia, somos un sistema, dice Felipe de Edimburgo a Diana en 'The Crown'. Pedro Sánchez ha entendido que su cargo no va sobre la democracia o sobre España, sino sobre el poder. Es el único político español que lo ha entendido ... y por eso él gana y los demás pierden. También el presidente es de los pocos hombres de España que tiene ordenados sus pecados capitales. Un hombre ha de tener ordenados sus pecados capitales para tenderlos sobre la noche y saber quién es, tal como una mujer ha de tener ordenados los Diez Mandamientos para tenderlos sobre nosotros y hacerse con el control total.
Pedro Sánchez sabe que para mantener el poder el único escrúpulo es el poder. Por eso no le importa usar a su esposa de carnaza mientras hace ver que la defiende. Por eso no le ha importado mentir a sus periodistas de confianza diciéndoles que está tocado y que piensa en marcharse mientras por la otra línea llamaba a Ferraz para que instalaran altavoces y pantallas en la calle y fletaran autobuses por toda España para convertir el Comité Federal en la exaltación del «Pedro, quédate».
Para ganar a Sánchez es imprescindible por lo menos saber las cosas que él sabe y sus adversarios no han alcanzado aún este nivel y por eso siempre el presidente les acaba siempre cogiendo con el pie cambiado. Pedro Sánchez es el único español capaz de cambiar el tema de conversación de la nación entera cuando le hace falta. Cada vez que pone patas arriba el escenario, anticipando las elecciones o tomando unos días para reflexionar, todos le insultan pero él ha llegado antes a otro lugar que nadie podía imaginar.
La campaña electoral catalana ha dejado de existir y sólo existe lo que va a hacer Pedro Sánchez. ¿Alguien sabe lo que va a hacer Feijóo? ¿A alguien le importa? Cae lenta la noche en el táper. Ni siquiera nos importa ya si Puigdemont va a regresar a España. Que haga lo que quiera con su ejército de cabras. Sólo somos ansiedad tensada hasta que el lunes aparezca.
La inmensa mayoría no fracasa por no conseguir lo que quiere sino porque no lo sabe. La fortaleza de Sánchez es que lo ha tenido siempre muy claro y por eso no le importa utilizar a su esposa, no le importa que centenares de periodistas afines hagan el ridículo escribiendo artículos sentimentales que él mismo ha sugerido para crear el ambiente, falso, de que quiere dejarlo porque está enamorado. No le importa haberse cargado la campaña de Salvador Illa. Lo único que le importa es el poder y no se siente mal por ello porque tiene ordenados sus pecados capitales y se acepta tal como es. Lo único que le importa es el poder y no escatima ningún recurso para retenerlo. Es así como las personas importantes ganan las guerras importantes y cualquier otra consideración política o moral está bien para el debate público pero nada tiene que ver con la frialdad del cuchillo que corta la línea fina de los que permanecen entre los elegidos y los que caen para siempre en el pozo del olvido.
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