todo irá bien
Los dos presidentes
Sin Florentino Pérez ni Isidro Fainé seríamos la España de Sánchez y Laporta
Petardos
Setién Trapero y tara
Isidro Fainé ha comprado un 10 por ciento de ACS. Tendrá más recursos para su fundación, da estabilidad y asegura la españolidad de otro importante proyecto industrial, como en menos de un año ha hecho con Telefónica y Naturgy. Algunos le reprochan que se ... lleve bien con Pedro Sánchez, sobre todo los que no saben ganarle y tiene que estar él sujetando a la nación con sus manos. A Florentino también le dicen de todo y lo que yo digo es que Fainé y Florentino son la mejor idea de España.
Fainé fue un niño tan pobre que tenía que estudiar de noche porque de día trabajaba para aportar dinero a sus padres. Con su primer sueldo como bancario les enseñó a leer y escribir. En un encuentro navideño un trabajador de la fundación le propuso dedicar todo el presupuesto a un solo problema hasta solucionarlo, al modo de Bill Gates con las enfermedades del Tercer Mundo. Fainé respondió que él siempre dedicaría sus recursos a ayudar a los niños en homenaje a los que le ayudaron cuando no tenía nada. Contra el resentimiento por lo que te pasó está el trabajo duro, la superación y el agradecimiento.
Florentino no tuvo una infancia tan extrema pero empezó de cero. ACS paga hoy casi 200.000 nóminas y es la empresa de infraestructuras más importante del mundo. Con el Madrid ha creado la Superliga, cuya primera edición se jugará la temporada 2025-2026 y fundará una era con su modelo de competición y negocio como en su día lograron Santiago Bernabéu y Raimundo Saporta con la Copa de Europa y José Luis Núñez con los ingresos por derechos de imagen y los televisivos. En tiempos en que los presidentes arruinan a sus clubes –Laporta– con la indisimulada intención de que llegue un jeque árabe con su manguera de millones, el presidente del Madrid meticulosamente mide cada gasto e inversión para no comprometer la viabilidad del club y propone fórmulas realistas para que continúe siendo de los socios y no pueda llegar cualquier fondo de inversión y llevárselo por delante.
Son recurrentes los insultos a ambos presidentes pero no existe una sola fundación en la Unión Europea que dedique más de 600 millones al año a la obra social y un solo club que alumbre la esperanza y concrete nuestro deseo de un mundo mejor, por mucho que seas de otro equipo o como en mi caso del eterno rival. Parece mentira el prestigio que tiene en algunos ámbitos periodísticos atacar a ambos dirigentes, como si la creación de riqueza y la prosperidad fueran por definición culpables.
Sin Florentino ni Fainé seríamos la España de Sánchez y Laporta y el Banco Sabadell y sin dique de contención contra la desgracia. A veces pienso que estamos demasiado enfadados para darnos cuenta de la suerte que tenemos. La parte cierta de nuestra leyenda negra es la ingratitud con que tratamos a los genios.
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