Vivimos como suizos
Vida moderna
Con la reescritura de Roald Dahl te tienes que reír y aguantarte las ganas de tomar rehenes
El Aldi es un supermercado como soviético. Pocas marcas y austeridad. Eso sí, el chocolate Moser Roth es estupendo. Me pilla de paso del gimnasio a mi casa para dos o tres cosas. En la misma acera está Carrefour y, como dice una amiga mía, ... si vienes del otro parece que entras en Hermès. En Aldi, ya en las puertas, avisan de que les va la sostenibilidad. Las bolsas son de papel. Sostenibles. Y todavía pueden serlo más si las vuelves a usar (te lo dicen por escrito). Tienen asas, pero si les metes algo de peso, más vale que las lleves en brazos. Como en la canción de Mamá 'Chicas de colegio' («la carpeta en el pecho, protegiendo su pudor»). O más bien como en 'Con ocho basta' y otras series que veíamos de pequeños. Con un par de bolsas de papel haciendo equilibrios era posible que se te cayeran y encontraras el amor cuando otra persona se prestaba a recogerte las manzanas que rodaban por el suelo. Dame veneno que quiero morir, dame bolsa de plástico. Sí, yo soy la señora que siempre quiere bolsa. Bolsas. Bolsas de verdad.
En los colegios no sé si enseñan muchas cosas de las que luego te sirven para la vida más allá de las matemáticas y esas cosas. Me refiero a los principios de la vida moderna, como los llamaría Hannah Jane Parkinson en 'La alegría de las pequeñas cosas' (Círculo de tiza). «Darles educación financiera, prepararlos para el mercado laboral, explicarles cómo funcionan las hipotecas y los contratos de alquiler…». O explicarles que si ganas 'Supervivientes' y el premio es de 200.000 euros, Hacienda se va a quedar con una parte. Es de no creer ver a ese muchacho llamado Alejandro Nieto, el último en ganar el programa. «Si llego a saber que sólo salgo de ahí con 120.000 limpios, directamente ni concurso», dice muy indignado en un vídeo.
Esa educación importa. Y las palabras importan, dicen en la editorial Puffin, que está reescribiendo a Roald Dahl para que todos puedan seguir disfrutando. Y parece que para disfrutar no se pueden leer palabras como gordo o feo. Palabras que tengan que ver con el peso, la salud mental, la violencia, el género, la fealdad… Entre los cientos de cambios que ha encontrado 'The Daily Telegraph' hay una mención a Kipling en 'Matilda' que se cambia por Austen. A ver, Matilda lee a los dos. Ha leído 'Kim' y 'Orgullo y prejuicio'. ¿Qué majadería es esta? En 'Las brujas' hay un cambio delirante. En la edición de 2001 (en la de siempre) decía «incluso si trabaja de cajera en un supermercado o escribiendo cartas para un hombre de negocios». En la de 2022 se cambia por «incluso si trabaja como científica importante o llevando un negocio». Te tienes que reír. Y aguantarte las ganas de tomar rehenes. Son los principios de la vida moderna que algunos creen necesario que los niños aprendan. Pero no lo llames matrimonio. No lo llames Roald Dahl. Y deme bolsa.
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