Vivimos como suizos
Tantas tontas como tontos
Europa se está desviando de lo importante y de su razón de ser centrándose en bagatelas
¿Mi desigualdad? Tu privilegio
Con permiso
Von der Leyen se ha cabreado porque pidió a cada país un hombre y una mujer como candidatos a comisario y la mayoría le ha mandado solo nombres de hombre. La alemana está empeñada en la paridad y hace bien en mujerear. Esto de ... que las hembras lleguen a los cargos se tiene que hacer por cooptación (en las oposiciones no hay problema, se barre). Unos señores te siguen eligiendo para ser presidenta del TS o para una lista electoral. Leo que a Teresa Ribera, nombre de mujer, le va a dar Competencia. Qué más da si iba para negociados de Medio Ambiente, donde la Unión Europea más se ha desviado de su razón de ser.
Sabemos por 'Los puentes de Madison' que hay certezas que sólo se dan una vez en la vida. Las sociedades a lo largo de la historia se han enfrentado varias veces a retos que hubo que superar, que transformaron la vida de las personas. La inmigración es el más importante hoy. Como lo fue la Revolución Industrial, que dio lugar al Derecho del Trabajo para proteger a la gente con condiciones laborales terribles en las fábricas. Los telares dieron lugar a los luditas. Pero les pasaron por encima.
Ha dicho Albares que tenemos una política con la inmigración sólida, firme, responsable y humana. Siendo verdad, solo sería un parche ante lo inevitable. No es que España no quiera menas, lo que quiere es menos. Pero no va a pasar. Y es Europa la que tiene que ponerse. Los que llegan (los que no se ahogan) vienen a Europa. Y es algo que hay que regular y digerir. Si miramos a Molenbeek o a Saint-Denis parece que ahí no se ha digerido nada. Se han atragantado.
La Unión Europea (y los organismos de sus orígenes) tenían como fin la paz, la seguridad, promover la prosperidad y las libertades. Cuando Louise Weiss fue elegida diputada al Parlamento Europeo en 1979 pidió en su discurso que los europeos se unieran sobre la base de una cultura común y no solo de intereses económicos compartidos.
Venga usted con su religión, pero aquí tenemos leyes y valores. Venga e intégrese, que nosotros no tenemos más remedio que adaptarnos. Pero hay asuntos con los que no podemos transigir. Los estados son laicos y las mujeres tienen los mismos derechos. Ríete cuando Ayuso dice que quiere que su hija pueda llevar la falda corta. Menos risas si recordamos a aquel conductor de autobús francés que no dejó subir a una mujer porque llevaba la falda muy corta. Claro que era musulmán. Dice Filkienkraut que nunca hemos sido más libres que en Europa Occidental: «Si mañana las cosas cambian, se deberá a las deseuropeización de Europa».
Y no parece que tengamos líderes visionarios como nuestros padres fundadores. Que también habría que verlos ahora con este marrón. Y claro que queremos que haya tantas tontas como tontos de comisarios. Pero cuanto más se desvía Europa de su ser, más fuerte se agarran los tapones a las botellas.
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