Taconazos

La europarlamentaria también ha soltado al magistrado un documento de la ONU sobre los «estereotipos que hacen que los jueces interpreten erróneamente las leyes o las apliquen de manera defectuosa». En 'Algo habremos hecho', Montero cuenta que Yolanda Díaz y otros entendieron, cuando iban a cambiar la ley de libertad sexual por la liberación de agresores sexuales, que «la ofensiva judicial reaccionaria era una oportunidad de oro para ellos». Porque Irene Montero siempre ha sostenido que lo que ha pasado con su ley es que los jueces son reaccionarios. Y no esa cháchara de los estereotipos de la ONU.

Pero el juez Velasco se ha cubierto de gloria con lo del cajero de Mercadona. Además, no entiendo lo del cajero, será la caja. En 'Instrucciones para convertirse en fascista', Michela Murgia tiene un 'fascistómetro'. Son 65 frases. «Marca las que te parecen de sentido común y márcalas». Luego, según las que hayas señalado, te califica: aspirante; neófito o filofascista; iniciado o 'no soy fascista, pero…'; militante consciente, y patriota. De 0 a 15 eres aspirante. La número 5 es «¿Cómo va a hacer de ministro uno que ni siquiera ha acabado la enseñanza obligatoria?». Irene Montero es licenciada en Psicología, pero eso de cajera tiene la misma catadura. Lo de Murgia, pese a toda su ironía, es un catálogo de pensamiento previsible. La nº 40: «Os recuerdo que esta gente vota». Algo transversal, de izquierdas y de derechas. Supongo que fascismo de izquierdas y de derechas. Montero sería la ministra, pero Velasco podría señalar en igualdad de condiciones intelectuales a catedráticas de derecho penal. A Patricia Faraldo o María Acale, que ponían sabiduría jurídica a la ley de libertad sexual. Don Eloy, métase con las de su tamaño.