vivimos como suizos
Nostalgia del edén
Dice un estudio de la Universidad de California en Berkeley que en Twitter se han disparado los discursos de odio tras la llegada de Elon Musk. Aunque sólo se han analizado discursos en inglés. Twitter ahora se llama como la primera letra en el ... nombre del hijo pequeño de Musk (X AE A-12). Todavía me falta práctica para decirlo con la naturalidad de C3PO o R2D2. Y no solo se ha disparado el odio un 50 por ciento sino que esos mensajes odiosos reciben un 70 por ciento más de 'likes'. Por discurso de odio leo que se entiende cualquier forma de expresión destinada a vilipendiar, humillar o incitar al odio contra un grupo de personas por motivos de raza, religión, color de piel, identidad sexual o de género, discapacidad u origen. No sé, lo habrán estudiado y tendrán pruebas, además del hecho de que encargarse de la moderación de contenidos (y Musk despidió a casi todos en X) consigue mantener a raya el discurso de odio. Pero a mí esto me parece como aquel cartel que había el 15-M: «PSOE y PP la misma mierda es». Quiero decir que la misma basura era Twitter antes de Musk que después de Musk. Hombre, a ver si es que antes era un edén algodonado. Lo mismo que España en la primavera del 36.
El otro día leía la sorprendente sorpresa del editor del padre de Asunta. Alfonso Basterra, condenado y encarcelado por haber matado a su hija, y que en siete años quedará libre, ha escrito una novela titulada 'Cito' (Vitrubio). «Una historia de amor, desamor y humor». Una novela dedicada a su hija: «Mi niña, mi vida, mi gran amor». El editor contó que se puso en contacto con Basterra tras ver uno de los relatos que había presentado a un concurso literario. Y el padre de Asunta le dijo que estaba terminando una novela. Una vez publicada y conocida la publicación, el editor ha dicho a ABC: «Estamos impresionados y sorprendidos por los insultos que estamos recibiendo a través sobre todo de las redes sociales». Menuda sorpresa. Esto habría pasado también antes de que Elon Musk se comprara Twitter porque en Twitter ya había mucha gentuza. Aunque en Berkeley no se hubieran coscado.