vivimos como suizos
Mujeres y enanos
A ver si la tele sirve para algo y Luisa Carnés se convierte en autora de éxito tantos años después de su muerte y olvido
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Contagio social (12/9/23)
Decía Monterroso que los enanos tienen un sexto sentido para reconocerse. A las mujeres nos pasa lo mismo. O al menos nos pasaba antes de que mi abuelo pudiera convertirse en mi abuela. Es verdad que siempre ha habido personas que lo mismo podían ser ... hombres que mujeres. Los podemos confundir. No sé, Paul McCartney de mayor. O Bernie Ecclestone. Pero esa es otra historia. El sábado, leyendo a Javier Blánquez en LOC, supe más de José Espinosa, compositor olvidado de 'La minifalda', 'Hola, Don Pepito', 'Se acabó' o 'Amigo conductor' (estuvo casado con Perlita de Huelva). 'La minifalda' aparece firmada en el disco de Belter por Felipe Campuzano y José Ruiz Venegas (también autor de 'Se acabó'). Manuel Macià escribió en la biografía de Kurt Savoy (el que silbó para Morricone en 'El bueno, el feo y el malo') que las discográficas preferían colocar a Ruiz Venegas y Campuzano como autores, «seguramente por considerar que un enano no podía ser autor de semejantes éxitos». Las mujeres y los enanos nos entendemos en esas injusticias. María Lejárraga como un enano. El enanismo de Espinosa fue accidental, por una parálisis infantil, contó, y se quedó en 1,20.
No hace falta irse a tiempos de las Brontë para ver injusticias con las mujeres. TVE promociona hace semanas 'Salón de té La Moderna', serie diaria basada en 'Tea Rooms. Mujeres obreras' (1934), la novela de Luisa Carnés, que no volvería a editarse en España hasta 2014. Y Luisa Carnés, que era desconocida más allá de los estudiosos de la Segunda República y que murió en el exilio, estará en las tardes de La 1. Además, algunas profesoras la han puesto como lectura obligatoria en los institutos. A ver lo que hacen con la serie. Pero la materia prima es tan destacable como olvidada hasta hace nada. Claro que hay hombres olvidados o no reconocidos, pero ha pasado más con las mujeres. Y veo que también con los enanos.
La propia Carnés, trabajadora, autodidacta y comunista, había sido camarera en un salón de té del centro de Madrid. Pero no como Josefina Carabias haciendo periodismo Gonzo, también en el 34, en un hotel de lujo para 'Crónica', aunque a 'Tea Rooms…' la llamaran al principio «novela reportaje». Luisa Carnés hablaba de la nueva mujer trabajadora. Matilde (la protagonista de 'Tea Rooms') y otras eran las que servían las meriendas a las finolis del Lyceum Club.
De Cesare Lombroso, fundador de la criminología, siempre nos acordamos de las chifladuras sobre la forma de los cráneos y su relación con el crimen. Pero mis favoritos son sus estudios sobre las mujeres delincuentes. Para él la mujer delincuente es doblemente anormal, «por ser mujer y por ser delincuente». Tus muertos.
Oriana Fallaci medía 1,56. Un dos en uno. «¡Esto es todo!», decía a los que se sorprendían del tamaño. Aunque ella sea excepción al ninguneo de mujeres y enanos.
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