VIVIMOS COMO SUIZOS
Los 400 golpes
Lo de los trenes que se diseñaban para Feve y parecían de Feber es una chapuza bastante universal
UNA amiga tenía un lema sexual con los hombres: ni larga que tope ni ancha que atranque. Nada de tontadas como que le hiciera reír. Digo lo de mi amiga porque la imagen de un tren entrando en un túnel es muy sexual. Hitchcock insinúa ... con esa imagen la consumación de Cary Grant y Eve Marie Saint en 'Con la muerte en los talones'. Lo de los trenes que se diseñaban para Feve pero parecían de Feber y no entrarían en los túneles es muy chusco. Según el ministerio de Transportes, siguen «en fase de diseño, con lo que ningún tren se ha fabricado aún y tampoco se ha producido ni incurrido en ningún gasto público por esta situación». Es un poco como el letrerito que sale al final de las películas de que ningún animal ha sido dañado.
A la empresa adjudicataria se le dieron como referencia dimensiones erróneas del gálibo de los túneles. Una «chapuza intolerable» dice el presidente asturiano. Y la ministra Raquel Sánchez, que «hay que cesar a los responsables». En tiempos de Magdalena Álvarez en Fomento habría existido la tentación de colgar a alguien de la catenaria.
Pero el negociado de las chapuzas es universal. Hace unos años la compañía estatal francesa SNCF descubrió que sus trenes nuevos no cabían en las estaciones. En 1999 se perdió el Orbitador de Marte, diseñado como primer satélite meteorológico interplanetario, porque la NASA utilizó el sistema anglosajón o imperial mientras uno de los contratistas utilizó el sistema métrico decimal. Cuando vamos a Estocolmo admiramos el Vasa en su museo. El navío sueco naufragó en su viaje inaugural en 1628. Pero no como el Titanic, había recorrido poco más de un kilómetro. Al rescatarlo en 1961 se vio que la nave tenía más peso a babor que a estribor. Había dos reglas calibradas en pies suecos (12 pulgadas) y dos en pies de Ámsterdam (11 pulgadas). Murieron doce tripulantes.
Al menos no hubo muertos en la botadura de la réplica de la nao Victoria en 1991. 100 millones de pesetas costó la reproducción casi exacta de la nave que dio la vuelta al mundo. A bordo estaba Curro, pero la chica dentro del disfraz saltó a tiempo y fue rescatada. «Mamá, Curro se ha caído al agua», gritó un niño en el muelle de Isla Cristina.
Mao lanzó en 1958 el Gran Salto Adelante. Entre las medidas estaba eliminar ratones, moscas, mosquitos y gorriones. Pero los gorriones eliminaban insectos y parásitos, así que hubo plagas de langostas y eso fue uno de los factores en la Gran Hambruna China, según un estudio de 1960 publicado por la Academia de las Ciencias Estadounidense.
Y una cosa más reciente, otro gran salto adelante: una ley que pretendía poner el consentimiento en el centro y reforzar la protección de las mujeres rebaja penas a los agresores sexuales o los suelta. Dada la cifra de beneficiados, el disparate jurídico parece una película de Truffaut. Los 400 golpes.
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