Dioptrías

Entiendo que no se pusiera las gafas si la miopía era mucha, aunque no se le quedaban, como a mí, los ojos como olivas de cuquillo. Da igual la carísima reducción de los cristales. Dios bendiga las lentillas y, sobre todo, poder llevarlas. Un saludo a mis amigas Miriam y Anabel. Contó una vez Teresa Berganza en la March que en una función Callas tenía que bajar las escaleras de un templo. Creo que en una 'Medea' en Dallas. El ensayo era a las 10, pero llegaba a las 8.30 o 9 para bajarlas muchas veces con zapatillas de bailarina. Lo ensayó hasta que las bajó rapidísimo. Bajó como los toreros mirando al tendido. Una vez se acercó al filo del escenario para recoger lo que creía que era un ramo de flores y casi arranca el decorado.

Hace unos años leí que Errejón tenía que ir a una óptica a graduarse la vista (no me digan lo del oftalmólogo, que también me lo digo yo). Esto tan loco se publicó: «Sabía que si acudía en horario comercial habitual se iba a formar mucho revuelo y temía que se filtraran detalles absurdos como las dioptrías que tiene. Así que empezó a tirar de contactos para ver si alguien conocía a un óptico de confianza que fuera a su casa o si él podía acercarse a una hora en la que el negocio estuviera cerrado al público». Mira tú, como el Che yendo a Galerías Preciados. No sé qué haría. Ni si es verdad. Una amiga dice que podrán saber su edad, pero no su peso. Yo las dioptrías puedo revelarlas. Otra cosa es que me vean con las gafas de la niña de Shrek.