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Vivimos como suizos

Amigo Félix

Nadie va a superar a Pedro Sánchez a la hora de hacer ridículo. Y ahí está

Pompas (4/5/2023)

Malditas 'jélites' (1/5/2023)

Rosa Belmonte

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Cada vez que tenía un estreno, Tallulah Bankhead se arrodillaba en su camerino y rezaba: «Querido Dios, no dejes que haga el ridículo». Y luego, si no había pasado, brindaba con champán. Lástima que a Bolaños, pobre, no lo hubieran ingresado antes de lo del ... Dos de Mayo. Se habría evitado el ridículo y a Margarita Robles mirándolo como la mujer de Lot pero sin la paralización y lo de la sal. Que sí, que es un tema ya pasado. Pero viendo la serie recién estrenada 'Los fontaneros del Watergate' me he acordado de lo ridículo que se puede ser también en la política. Cuenta esta ficción la historia real de los chapuceros que trabajaban para Nixon. Nada de la épica periodística de 'Todos los hombres del presidente'. Unos piernas que manejaban las cañerías de Washington DC. Y encima uno con la cara de Woody Harrelson. Igual que Aitana Sánchez Gijón no puede hacer de pobre, Woody Harrelson no puede hacer de listo.

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