vivimos como suizos
Acomodarse
Los Reyes tampoco estaban muy católicos en Asturias este fin de semana
Me invitó Juan Bas al festival Ja! de Bilbao para elegir mis escenas de humor favoritas en el cine. Como llevan diez ediciones, muchas estaban pilladas. Tiré de Woody Allen, de Monicelli, del Bodganovich de '¿Qué me pasa, doctor?'. Incluso de King Vidor y su ' ... Camarada X', comedia cuyo mayor problema es que exista la muy parecida 'Ninotchka'. La escena de la película más reciente era la de la tienda de vestidos de novia en 'La boda de mi mejor amiga», de Paul Feig, con guión de Kristen Wiig. Un monumento a la escatología. Elegirla era una traición a Kristen Wiig porque no estaba en guión que escribió con Annie Mumolo. Ya saben, la escena cuando la intoxicación alimentaria hace efecto a la novia y a sus amigas, que están probándose vestidos. Wiig dice que fue presionada para incluirla. Para que la película fuera tan burra como una de tíos. Se me ocurre Jeff Daniels en 'Dos tontos muy tontos', usando el baño de Lauren Holly con la cisterna que no funciona. Pero la escena de 'La boda de mi mejor amiga' es más fuerte. «Fue sugerida de manera insistente. Yo no quería ver gente haciendo haciendo caca y vomitando». Pero la vimos.
Este fin de semana me he puesto en el lugar de la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía. Como dijo la Reina en su lucido discurso improvisado, «todos hemos tenido una gastroenteritis». Y tal como ha publicado 'El Comercio', los Reyes tampoco estaban muy católicos. El propietario del hotel-restaurante Casa Fernando, en Cudillero, cuenta la visita inesperada después del impresionante despliegue policial: «Según llegaron, la Reina y la Princesa subieron a una de las habitaciones a descansar y a acomodarse un poco». Y dice también: «Estaban los cuatro tocados. De hecho, cuando le ofrecimos a Don Felipe un poco de rapa, la cogió por no hacernos el feo, pero me dijo que estaba bastante mal del estómago». Y antes de irse, los Reyes y la Princesa se hicieron una foto con los trabajadores y clientes de Casa Fernando. Pero lo más gracioso que ha pasado con este sucedido es que 'La Nueva España' pusiera ayer en portada que estaba descartado el foco alimentario como origen de las dolencias de la Princesa. «Un virus contraído antes de llegar a Asturias se perfila como causa…».
Disculpen que hable de esto, pero no lo voy a hacer de María Pagés dándole al mantón mientras Carmen Linares le canta. Me interesa más la actitud de la Princesa de Asturias echándose a la calle hecha polvo con todas las miradas centradas en ella. Con todos los chistes centrados en ella. Me pongo en su lugar pensando en una vulgar gastroenteritis. No me pongo ni loca en su responsabilidad institucional.
En las escenas de humor ya me habían pisado una de mis favoritas. La de 'Delitos y faltas' cuando Woody Allen dice muy serio a su mujer: «Un desconocido ha defecado encima de mi hermana». Perdón. Ya me voy.
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