Vivimos como suizos
El accidente
Monica Bellucci está dando la razón a Anouk Aimée: la belleza real sólo se puede percibir cuando una se hace vieja
La eterna coartada
El triunfo de la soledad
Monica Bellucci cumplió ayer sesenta años. Espléndidos, diré tirando de un lugar común. Qué espléndidos, sobrenaturales. Pero cuando tenía cuarenta también era más guapa que tú (que yo). Y no le hace falta salir con uno de los tipos más feos del universo cinematográfico ( ... Tim Burton) o haber estado casada con otro (Vincent Cassel) para destacar. Burton estaba igualado en su estrafalario físico cuando tenía a su lado a Helena Bonham Carter. Ahora lleva a un monumento del brazo, como diría José Luis López Vázquez en 'Ese señor de negro' de Florinda Chico: «¡Es usted un mo-nu-men-to!». Claro que Kathryn Bigelow ya era una sesentañera que llamaba la atención (va a cumplir 73). Y sí, claro que estoy cosificando a estas mujeres. Co-si-fi-can-do. Porque si quisiera uno de sus talentos sería ese que permite cosificarlas. 'La noche más oscura' no me lo permite. En general, esas películas que ha hecho Bigelow como si fuera un hombre. Nada de películas de mujeres, con asuntos de mujeres.
Zadie Smith, a propósito de 'La impostura', su última novela, ha dicho a Andrea Aguilar que «el talento es interesante pero es un accidente, no es algo admirable, la amabilidad sí lo es». Lo mismo se puede decir de la belleza. ¿Por qué la admiramos si es una suerte que te ha caído en gracia? ¿Y por qué no? También se trabaja. Y, al fin y al cabo, lo del mérito tampoco es que ahora esté muy bien visto. Puedo mirar con cara atolondrada tanto a Greta Garbo como a Lola Gaos. La fascinación es la misma, pero ¿cómo no voy a fijarme en los rasgos perfectos de la Garbo? Anouk Aimée, otra feísima, sostenía que la belleza real sólo se puede percibir cuando una se hace vieja. Y ella llegó a ser una anciana bellísima, dando la razón a David Trueba en 'Blitz'. O sea, que la juventud es juventud y la belleza va por otro camino.
Pamela Anderson llegó a San Sebastián con la cara lavada (es un decir), dijo que las playas allí son mejores que las de California (menuda noticia) y se ha ido del festival con un premio de interpretación por 'The last showgirl', la película de Gia Coppola (nieta de Francis y sobrina de Sofía). La misma actriz de 'Los vigilantes de la playa' recibió el Premio del jurado al reparto de la película (también está Jamie Lee Curtis). Las feas suelen tener más reconocimiento como actrices. Ahí está Frances McDormand. Hasta parece que las guapas tengan que quitarse el maquillaje para que las tengan en cuenta como actrices. Bueno, guapa es Monica Bellucci. Pamela con el bañador rojo y corriendo por la playa estaba buena (como bien sabían Chandler y Joey en 'Friends'). Aunque de la cabeza no esté muy buena. ¡Esa amistad con Julian Assange! Con lo mal que huele. Aunque como activista de PETA dice que los abrigos de pieles hacen gorda. Tiene razón. Ay, menos cuando el abrigo de piel lo lleva Monica Bellucci. O Cate Blanchett.
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