Óscar Puente: ministro y 'hater'
Me pregunto qué le altera. He llegado a preguntarme si no le llevará las redes alguien sin control en la medicación. Como cuenta paródica no tiene precio. Como cuenta de un miembro del Gobierno de España, igual sí deja un poquito que desear
Óscar Puente carga contra Risto Mejide: «No me asusta ningún matón por mucho programa de televisión que tenga»
![Óscar Puente: ministro y 'hater'](https://s1.abcstatics.com/abc/www/multimedia/opinion/2024/03/15/oscar-puente-1080x1920-kiYE-U601490463034JlB-1200x840@diario_abc.jpg)
El 9 de diciembre de 2023, el ministro Óscar Puente me bloqueó en eso que una vez se dio en llamar Twitter. Lo recuerdo bien. No porque lo marcase en rojo en el calendario (como las fechas a no olvidar) o porque no lo haya superado (que no lo he superado, lo reconozco).
De hecho, no recuerdo ni por qué fue, pero recuerdo la fecha porque es la misma en que me abrí otra cuenta en twitter que solo utilizo para no perderme sus publicaciones (las suyas y, de paso, las de Pablo Iglesias, que también me bloqueó hace, por lo menos, dos cambios de profesión suyos). Y ahí lo pone bien clarito: creada el 9 de diciembre de 2023. En unos días hará cuatro meses. Tendré que celebrarlo con otros periodistas bloqueados. Somos legión.
Pero no vengo yo hoy a la tecla a reflexionar sobre por qué es reprobable que un cargo público, que utiliza como tal su cuenta en redes sociales, bloquee a nadie. Más aún si hablamos de un ministro y si a quienes impide ver sus publicaciones son periodistas u otros políticos. Por razones obvias en ambos casos. Lo que hoy me ocupa (y preocupa), es otra faceta suya: la de 'hater.
Es en este ámbito en el que Puente está demostrando unas dotes naturales que rozan la excelencia. Otra cosa ya es que sus formas sean las deseables en un miembro del Ejecutivo o más propias de un hooligan desatado al que la bufanda de su equipo, demasiado apretada quizá, le esté provocando una leve hipoxia cerebral. Pero ese es, ya digo, otro tema.
Su última aportación a los anales del macarrismo en redes ha sido en contestación a Isabel Díaz Ayuso, con quien parece tener especial fijación. La presidenta de la Comunidad de Madrid escribía en sus redes, tras la aprobación de la Ley de Amnistía en el Congreso, que «Sánchez aprueba la ley más execrable de la Democracia por la convivencia, la reconciliación y rollos varios. Pues ahora, ni por los presupuestos. Le han tomado el pelo a él mientras traicionaba a los españoles».
Puente, con ese estilo suyo, ponderado y refinado, que le caracteriza, no tardaba en interpelarla con un «execrable es lo del testaferro con derecho a roce, Isabel. Dimite».
El gobierno más feminista de la historia daba por bueno el exabrupto. Lo que no es de extrañar, que ya dejó dicho Doña Carmen Calvo, feminista antes que jurista de reconocido prestigio, que el feminismo no es de todas. Bonita. Que el feminismo, hermanas, se lo han currando en la genealogía del pensamiento progresista, del pensamiento socialista, y no vais a venir ahora vosotras a decir lo que es feminismo y lo que no lo es.
Así que, por arte de la genealogía del pensamiento socialista (qué pixi ni qué dixi), es más feminista Óscar Puente que Isabel Díaz Ayuso. Y no hay más que hablar.
Un buen día para recordar que las conquistas de derechos no son irreversibles y que el riesgo de involución está siempre presente. No lo permitamos. ¡Viva la lucha de las mujeres! pic.twitter.com/ZR3YXyqMa2
— Oscar Puente (@oscar_puente_) March 8, 2024
Hasta Pilar Alegría ha dejado claro que aquí lo importante es la transparencia, no esas minucias de faltarle a las señoras que no son de izquierdas, y que esta le dijo al presidente que era un «hijo de fruta» y eso sí que es inaceptable. El subtexto es que, si le dices al presidente «hijo de fruta», eres merecedora de todo mal y se justifica ya todo lo que te digan y lo que te hagan. Has traspasado todas las líneas. El feminismo ya no te ampara. Ahí te las ventiles, pielfina.
Pero no me líen. Que yo aquí he venido a hablar del Óscar Puente hater. Puente Unchained, se podría titular la cosa. Me pregunto qué le pasa, qué le altera. Por qué encaja tan mal las críticas. Incluso he llegado a preguntarme si es sano que tenga acceso a internet o si no le llevará las redes alguien sin control en la medicación. Está desatado.
A la que se descuide, hasta Jordi Évole va a ser fachosfera. Con lo que le gusta a él señalar a periodistas
Y qué envidiable tiempo libre el suyo para dedicar tantas horas a la gresca online. ¿Tendrá activadas alertas para no perderse ni una publicación a la contra? Porque, oye, parece un velocirraptor. Qué instinto, los huele. Lo mismo le contesta a Beatriz Talegón, que a Risto Mejide, que a Rafael Méndez. Hasta se ríe de Iker Jiménez.
Y me detengo aquí un momento porque la cosa tiene tela: un ministro haciendo mofa y bufa de un profesional de la comunicación de este país porque muestra solidaridad a otro. A la que se descuide, hasta Jordi Évole va a ser fachosfera. Con lo que le gusta a él señalar a periodistas (de Javier Chicote a Francisco Pascual saben de qué hablo y no son los únicos que han sufrido la ira digital del ministro), y ahora El Follonero es periodista. Dice, eso sí, que a él se lo hicieron antes. Ah, pues entonces vale.
Donde sí le veo una carencia (como digo una cosa, digo la otra) es a la hora de poner motes. Le falta, no diré sofisticación porque no vamos a pedir peras al olmo, pero sí un poco de ingenio. Llamar a Alberto Nuñez Feijóo «el amigo del narco», Teleayuso a Telemadrid o El Trovador a José Manuel Soto, es muy de niño de párvulos (exagero: los niños de párvulos ponen motes buenísimos).
Ese es el nivel de Puente en lo que a sobrenombres se refiere y yo, tan fan de aquellos alfonsoguerristas «tahúr del Mississippi con chaleco floreado» y «Carlos II vestido de Mariquita Pérez», creo que desluce lo vistoso del conjunto. Porque, como cuenta paródica, aunque sea involuntariamente, no tiene precio. Como cuenta de un miembro del Gobierno de España, igual sí deja un poquito que desear. Es como poner a Inés Hernand a presentar la alfombra roja de Los Goya. Que te da la risa, sí, pero es nerviosa. Lo bueno es que no me puede bloquear dos veces, menos mal.
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Los artículos de Rebeca Argudo se ofrecen en abierto durante el mes de marzo por cortesía de ABC Premium.
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