Hazte premium Hazte premium

Perdigones de plata

Mover el culo

Nuestro idioma despliega su gloria con una variedad maravillosa de tacos

Sospechosos habituales

¿Pa' qué me invitas?

Ramón Palomar

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Y, por fin, hemos alcanzado el momento culo como máxima expresión, casi aromática y carnal, de cachetes desbocados que vindican el arrebato palpable de una política pactista contra natura. El culo, sí, el culo. El segundo canal, la puerta de atrás, la retambufa, el ojal, ... en fin… Llámelo como prefiera. Mejor culo, que no resulta pedante en su sencillez mofletuda de planta baja y tampoco ofende. La diputada Miriam, en realidad, nada ha inventado. Joaquín Missiego, recordaba ayer Rosa Belmonte, logró un exíto veraniego con una tontada bautizada como 'Mueve tu cucu'. La diputada de Junts fue más agresiva con un perdonavidas «muevan el culo» que, me huele, nace de las americanadas que tanto nos gustan. «¡Mueve el culo!», grita el sargento al soldado para que las balas no le perforen. «¡Bésame el culo, Inglaterra!», pronunció Jerry Lee Lewis cuando se marchó de aquella isla porque la prensa descubrió su matrimonio con una menor que, además, era su prima. Algo, por cierto, muy normal en el sur profundo de Faulkner.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación