Perdigones de plata
Las Kardashian y Pla
Una mujer capaz de implantar la moda de los culos monumentales puede moldear las tendencias a su guisa
Sonrisa mentolada (13/10/2023)
Una familia sagrada (9/10/2023)
No conviene despreciar a las celebridades del lado, digamos, frívolo de la vida, pues su capacidad para generar corrientes de opinión alcanza resultados estratosféricos. Se supo que Rajoy vencería a Zapatero, si no recuerdo mal, cuando Belén Esteban confesó a corazón catódico abierto que votaría al PP ... . Si la princesa del pueblo desafiaba en público al pensamiento progre, es que su ejemplo circulaba en amplios sectores de la población que sólo se nutre gracias a la chismografía televisiva.
Las Kardashian, lideradas por Kim (¿diminutivo de Kimberly?), apoyan sin fisuras a Israel en su lucha, con lo cual buena parte del personal yanqui, incluso mundial, se cobijará bajo ese paraguas. Una mujer capaz de implantar la extraña moda de los culos monumentales, pendulares, ciclópeos, puede moldear las tendencias a su guisa. Señala muy acertado Alberto Olmos, en su excelente y divertido ensayo 'Tía buena', el fenómeno de los culazos apoteósicos que, a los talludos, nos sorprende. En efecto, varias hijas de amigas mías acuden al gimnasio para trabajar de una forma específica el desarrollo de sus gluteos. Desean culo 'Kardashian' y, en este caso, comprobamos que lo de «culo veo, culo quiero» supera la anécdota para adquirir categoría de rotunda verdad. Nuestros famosetes hispanos, o se colocan de perfil o se solidarizan con los terroristas componiendo boquita piñonera, amparándose en el sufrimiento que a todos nos horroriza de la población palestina inocente. Josep Pla, que pese a su ironía no era nada frívolo, escribió un ensayo poco conocido titulado 'Israel 1.957'. En ese año visitó aquel país para huronear y diseccionar desde su perspicacia habitual y lo tuvo claro: mientras los palestinos reciban subvenciones desde muchas fuentes, el conflicto nunca cesará porque a sus dirigentes no les interesa perder el maná de sopa boba aliñada con sangre que les alimenta. Tras cada conflicto se esconde el vil metal, no lo olvidemos. Pla lo sabía aunque jamás pudo intuir la moda de traseros desbocados a lo Kardashian.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete