vivimos como suizos
Pastar con Vox
Con la carta de Guardiola se ha sacado a pasear a Groucho, aunque la frase de los principios no sea suya
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Nadia Comaneci escapó en 1989 de Rumanía con otras seis personas. La noche del 27 al 28 de noviembre llegó a pie a la frontera de Hungría. El historiador rumano Stejarel Olaru publica 'Nadia Comaneci y la policía secreta' (Oberon), un libro estupendo sobre ... la gimnasia, la gimnasta, la red de informantes en el equipo olímpico, la Securitate, el abuso de los Károlyi (Béla y su mujer) o la lucha de Nadia contra los jueces controlados por la URSS en los Juegos de Moscú. Y el momento heroico cuando los húngaros pretendieron devolver a los otros y ella se plantó. Que se volvía también.
Volviendo a la caótica huida, recoge Olaru lo que luego contó la gimnasta, que entonces tenía 28 años: «Muchas veces perdí la fe en nuestro guía. Dijo que si no 'nos manteníamos a la izquierda', acabaríamos de nuevo en Rumanía. ¿Qué dirección es mantenerse a la izquierda? Me habría gustado ver una brújula, un mapa o algo así. Pero en aquella oscuridad, sólo podía seguir al guía y esperar que supiera a dónde iba». Marchaban con el guía en primer lugar, en fila india y con el brazo sobre el hombro del de delante porque no veían nada. Nadia no dijo nada en ese momento porque no podían romper el silencio. Se concentró en evitar que sus dientes castañearan.
Oigo hablar mucho ahora sobre el alma del PP. Sobre las diferentes almas del PP. Que los versos sueltos son otra alma del PP. Sexaban almas en Cayetana, luego en Borja Sémper, estos días en María Guardiola. Aunque después de la carta a los corintios extremeños (a la militancia y los altos cargos del PP en la comunidad), donde le parece razonable pactar con Vox en Extremadura, ya no sé si se le supone esa alma. «Soy muy consciente de que también es imprescindible el respeto, el diálogo y el acuerdo pragmático con la formación de Vox en Extremadura. Compartimos una prioridad, pasar página a las políticas socialistas. Es lo que nos debe preocupar». Venga esto de su propia reflexión, de la presión de la militancia o de la dirección nacional, ha sacado a pasear a Groucho. Aunque la frase de los principios fuera muy anterior a él.
Es mejor no tener alma, porque si tienes es más complicado todo. Es como tener barco, que está muy bien, pero es preferible que lo tengan los amigos.
Quizá Guardiola tiene su alma y aunque dijo, como Lina Morgan, lo de «no lo cato, no lo cato y no lo cato», se ha dado cuenta de que lo mismo no tiene el problema de tener que pactar con Vox si hay elecciones. Que lo mismo Vara la manda a pastar con Vox. Eso sí, la presidencia de la Cámara no se la van a poder dar a uno de esos ejemplares exóticos de Vox que ya presiden las de Baleares, Aragón o Valencia.
Le puede pasar a Guardiola como a Nadia Comaneci. «¿Qué dirección es mantenerse a la izquierda? Me habría gustado ver una brújula, un mapa o algo así». Cambien izquierda por lo que sea.
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