¡Ojalá Sánchez repita mandato!

Pedro, José Luís y Felipe; sota, caballo y rey que simbolizan la degradación del socialismo que, a pesar de la decadencia, no deja de representar eso, la decadencia. Mis ganas de que esta se perpetúe en el poder cuatro años más corren paralelas a la sabiduría popular que nos recuerda que resulta preferible ponerse una vez colorado que mil veces amarillo. Lo comprobamos con el éxito de Aznar tras años de felipismo, y del que no sabremos nunca si hubiera repetido mandato sin los más que políticamente intencionados atentados del 11 de Marzo. Zapatero dilapidó la herencia económica y con su Alianza de civilizaciones y demás zarandajas, comienzo de la deriva gauchista de la izquierda española, aquello de olvidarse del obrero para centrarse en lo que ahora conocemos como progresismo woke. Los famosos brotes verdes que veía el de la ceja en la economía fueron la protoprofecía inversa que repetiría el PSOE al principio de la pandemia y la despreocupación con la que ahora asumen el negro panorama económico que asfixia ya a demasiados. Mientras, guerra interna entre feminismos en los despachos gubernamentales a cuenta de una cuestión tan marginal y delicada como poco urgente como lo es la ley Trans. Eso sí, el presidente presumiendo de Estado del bienestar como si antes de su advenimiento viviéramos en una jungla anarcocapitalista, con leprosos mendigando en cada esquina y unos escasos magnates desfilando en coches de lujo obsceno.

Ojalá el grueso de población que todavía confía en este socialismo reelija en masa a Sánchez y acabe así de caer en la cuenta de que cuando el gobierno habla de gravar a los ricos está pensando en ellos, no en Amancio Ortega. Quizá entonces les dé por investigar un poco y descubrirán que a quien hurtaba Robin Hood para dárselo a los pobres era al fisco. El número de meses que trabaja un ciudadano español para pagar impuestos ha crecido con Sánchez hasta alcanzar el mes de julio. Se dice rápido, y con improperios y maldiciones cuando se conoce el presupuesto del Ministerio de Igualdad pues, por lo visto, que Don Pedro pacte con golpistas y asesinos ya no toca la fibra moral de nadie. Al parecer estamos curados de espantos, por eso necesitamos cuatro años más de Sánchez. Sólo cuando acaba reducida a cenizas reemprende el ave fénix el vuelo en todo su esplendor.