tiro al aire
No son las tetas
La clave del desnudo está siempre en la mirada ajena. El que enseña no ve nada nuevo. No puede escandalizarse
Pan para Vox (10/8/2023)
Construcciones España (8/8/2023)
Está España cansada de ver tetas desnudas, dicen algunos. Es innecesario que las mujeres lo recordemos, porque todos los días vemos al menos unas. Esto, tan sencillo, tuvo que explicárselo una conocida a un señor en una reunión de trabajo. Al tipo se le había ... encasquetado la mirada en su busto y como el negocio no avanzaba, a ella no le quedó otra: «Mire, yo ya sé lo que hay ahí, se las enseño un momento, se le pasa la intriga y seguimos con lo que estamos, ¿le parece?». Me he acordado de aquello con el revuelo posterior al pecho descubierto de Eva Amaral.
La clave del desnudo está siempre en la mirada ajena. El que enseña no ve nada nuevo. No puede escandalizarse. De hecho, si no baja la mirada, la mujer no se ve el busto. Sólo lo ve el del enfrente.
En el concierto de Amaral el teclista podría no haberse enterado de que ella sacó pecho, aunque sí del mensaje. Para algunos, el pobre teclista sería la víctima: no vio teta y encima se tuvo que tragar el eslogan. Qué malo que las mujeres hablen cuando a mí no me encaja. Qué bien cuando sí. No tardaron ni unos minutos en apropiarse unos el mensaje y demonizarlo los otros. Hombre, o mujer, a mí me hubiera gustado que Amaral sacara pecho contra los vetos por la Ley Trans. Y contra el trato criminal que le dan los hombres a las mujeres en Afganistán. Qué sueño que un solo busto desnudo derrumbara toda injusticia. Pero Amaral debería tener la libertad de sacarse un pecho, que la tiene, y de decir lo que le dé la gana, que también la tiene. Y nosotros, de criticarla, me dirán. Pero ya no me acuerdo si a Albert Rivera le afearon el desnudo o las frases, por poner aquí otro 'nude advertising'.
Por eso, la cantante que la otra noche podía no tener muchas razones, empieza a tenerlas cuando tantas voces le recomiendan que se calle. Bien que enseñe la teta, pero que se tape. La boca, que no el busto. Es la diferencia del desnudo cómodo al incómodo –para el que mira–. Se acordarán de aquel Eurovisión en que Chanel puso cuerpazo sexy y Rigoberta una teta sin brilli brilli (no sexy) con un mensaje. ¿Erotismo frente a antierotismo?
Recuerda Marilyn Yalom en 'Historia del pecho' que algunas culturas de África y el sur del Pacífico las mujeres no se lo cubren porque «allí el pecho femenino no ha adquirido el significado predominantemente erótico que ha alcanzado en Occidente». Una connotación, que, por algunas razones históricas y capitalistas, incluido el mercantilismo Wonderbra, nos hemos tragado entera y a veces nos obnubila.
Como antídoto, un pasaje de 'El Gatopardo'. Cuando el padre Pirrone pilla al Príncipe Fabrizio de Salina en medio del baño, se muestra algo turbado ante el desnudo del aristócrata. Éste le reprende: «Padre, no seáis estúpido. Estáis acostumbrado a ver las almas desnudas, la desnudez del cuerpo es mucho más inocente». Pues eso, que una cosa es mostrar las tetas y otra darles voz.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete