tiro al aire
Crees que los tractores vienen del pasado, pero vienen del futuro
Venden el fruto de su trabajo a grandes corporaciones sin tener asegurado –salvo que paguen el seguro– el jornal del mes que viene
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![Crees que los tractores vienen del pasado, pero vienen del futuro](https://s3.abcstatics.com/abc/www/multimedia/opinion/2024/02/08/ESCUCHA-fuentealamo-1200x840_20240208203227-RCG4H8OddKMi2JkJ8yZiRyH-1200x840@abc.jpg)
Al lado de la céntrica plaza del Sembrador de Albacete hay una oficina bancaria sólo para la PAC. La visualizo, con sus cartelones para atraer agricultores, al escuchar sus quejas contra tanta burocracia. La España urbanita de la bolsa de tela que se cree en ... el futuro –ecológico, of course– los mira con condescendencia. «Pobres, que se lían con el papeleo». Ellos podrían reírse de vuelta: «¡Pobres, sois los siguientes». Si alguien cree que los agricultores vienen del pasado, que representan nuestra historia campesina, labriega, atrasada, se equivoca. Ellos vienen del futuro. Esta semana Diego S. Garrocho se lamentaba aquí de que los profesores universitarios ya no leen, sino que rellenan documentos. Como los agricultores. Que ya no labran, rellenan excels.
La tecnología iba a hacernos más libres y eficientes, pero nos convirtió en secretarios y esclavos de los excel. Nos comen. Montañas de excels. En todos los trabajos.
Como la España rural y la urbanita ya sólo se cruzan en el turismo, ver tractores en la urbe nos parece una foto pre-revolución industrial. Pero estas máquinas pueden llevar más tecnología de la que usted y yo hayamos visto jamás. Sensores hídricos, GPS con navegación cinética satelital, control remoto, registro de cultivos, 'apps' con sofisticadas previsiones climáticas. Cabinas de nave espacial, dicen en los concesionarios de tractores. Agricultura de precisión. Drones nivel NASA. ¿Ven? Del futuro.
«No son trabajadores del campo, son empresarios del campo», les critican. Sí, autónomos. Tercera, cuarta, quinta generación de autónomos. Venden el fruto de su trabajo a grandes corporaciones sin tener asegurado –salvo que paguen el seguro– el jornal del mes que viene. «¿Quieres trabajar aquí? Hazte autónomo». Lo habrán oído. La 'uberización' llegó al campo antes que a los bufetes de abogados y las 'apps' de reparto.
Tu trabajo, el que sea, mañana también podrá hacerlo una máquina o un jornalero más barato al otro lado del mar. Y encima, ¿quién lo va a notar? Se propondrán entonces leyes más estrictas. Certificados. Y así, tu trabajo tendrá más burocracia y su verdadero valor lo marcarán normativas y etiquetas. Sin ellas, ¿quién diferencia un tomate español sin pesticidas de un tomate extranjero con ellos? Y además, ¿quién está dispuesto a pagar la diferencia?
Se quejan agricultores y ganaderos de que su sector está más que intervenido. Al oírlos, se nos va la cabeza a Kruschev y a los planes quinquenales de la URSS. A tiempos pasados. No vemos cómo se intervienen, subvención por aquí, subvención por allí, el resto de sectores. Mucho dinero público y mucho papeleo. Presente de la Agricultura. Futuro de tantos otros sectores. Un juego en el que siempre ganan Gobierno y banca. Por si se preguntaban por qué a los demás no nos quieren ni ver en las oficinas bancarias y a los agricultores se las abren especializadas.
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