TIRO AL AIRE
Bulos, bulas y lágrimas de cocodrilo
Da la sensación de que todo ha sido un bulo, un bulo para conseguir bula por el tema judicial recién abierto. O para lo que venga
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Según la RAE, la palabra bulo podría venir del caló 'bul': porquería. Cualquier investigación nivel primaria nos recordará que estos existen desde el principio de los tiempos. Les invito a elegir su bulo histórico preferido. Yo me acuerdo siempre del pobre Nerón. Al parecer no ... fue él quien quemó Roma. Espero y confío en que haya presupuesto para corregir tal injusticia en el observatorio o instituto que se debe estar gestando en el Gobierno de Pedro Sánchez, nuevo profeta antibulos. He dicho Nerón, pero Adán también merece una restitución. Corporal, en este caso. Me da mucha pena ese primer hombre. Apoyo cualquier plan 'anti-fake-news'. Por eso, espero que como sociedad democrática y participativa que somos podamos votar y elegir contra qué bulos queremos luchar.
Bula viene de latín 'bulla', burbuja. Supuestamente viven en una quienes disfrutan de determinados privilegios. La bula puede darse o disfrutarse. Pedro Sánchez se la ha dado al independentismo con su macroamnistía, que anula sentencias democráticas. No se sabe si se las daría a sí mismo si alguna vez le hiciera falta.
Además, el presidente disfruta de bula con el CIS. En el Centro de Investigaciones Sociológicas de Tezanos puede preguntar de lo que él quiera y como él quiera. Eso no está pagado. Qué envidia. Ojalá los ciudadanos pudiéramos pedirle al CIS ayuda cuando nos enfrentamos a grandes encrucijadas. Mudarte. Elegir una carrera u otra. Cambiar de trabajo. Ahora, quedarse o dejar el trabajo porque sí no es una disyuntiva. Sólo hay un consejo cuando alguien dice que no sabe si dejarlo. «Sólo cuando tengas otro». Si José Félix Tezanos es de verdad un hombre de partido y de confianza de Sánchez, como muestra día tras día al frente del CIS, ése es el que le habrá dado al presidente. Mejor que cualquier encuesta.
Por eso, los cinco días de Sánchez empiezan a parecer un poco sospechosos. Al no dimitir da la sensación de que todo ha sido un numerito con lágrimas de cocodrilo. Vamos, un bulo. Un bulo para conseguir bula por el tema judicial recién abierto. O para lo que venga.
Las lágrimas de cocodrilo vienen porque el reptil necesita lubricar bien el gaznate cuando se está comiendo a otro animal. Sería falso, por tanto, y aquí otro bulo bastante extendido, que llore, de forma hipócrita, por la pena de comerse a otro ser vivo.
Las casi lágrimas de Sánchez representan ambas versiones. La del mito y la real. Con su «he decidido seguir con más fuerza si cabe» vende que no es un Nerón quemando Roma sino un nuevo Adán dispuesto a sacrificar su costilla para parir un nuevo mundo. Atención, ¡bulo! Lo único que está haciendo es avisarnos de que el depredador político sigue ahí y va a comerse a todo el que intente pincharle la burbuja.
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