Hazte premium Hazte premium

el retranqueo

Inteligencia natural

Ni Altman sabría qué hacer con los datos biométricos de Armengol

Galindo, no te necesitamos (5/12/23)

¿Te vas a creer a Podemos? (28/11/23)

Manuel Marín

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La UE ha anunciado un incipiente acuerdo para regular la inteligencia artificial. Ya tardaba. Y además promete largas siestas de debate. Con esto de la polarización sistémica, unos acusarán a Europa de negacionista de la evidencia poniendo límites al abismo, de retrógrada por cegarse ... al progreso, de cercenar la evolución del ser humano. Otros, en cambio, se verán aliviados antes de que la robotización de cerebros alcance hasta la última neurona de los que ya van quedando con más de una o dos. Ni idea aún de cuál de las dos alternativas apoyar. Hay teóricos con miedo a un transhumanismo de superhombres inmortales llenos de aparatos transplantados y carentes de autolibertad. Otros asocian el temor al simplismo de no asumir que este es el nuevo descubrimiento del fuego, la rueda o el chip. Quizá sea tanto. Quizá no. Pero mientras aceche la creatividad, suplante los sentimientos, amenace la intimidad y permita que tu cerebro sea colonizado por el algoritmo, la inteligencia artificial no será mucho más que un artefacto sin alma, una bacteria multirresistente para la que siempre hará falta un antibiótico de ética que proteja el humanismo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación