EL RETRANQUEO
Ya estamos con los flecos
Las enmiendas a la amnistía serán más lejía para más delincuentes
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Inteligencia natural (7/12/23)
Ya estamos otra vez con los flecos, con las consideraciones técnicas, con los ajustes. Volvemos a la perversión del lenguaje con la suavización del chantaje, con los globos sonda y las pastillas de lorazepan legislativo. Es la base de un nuevo relato en constante reinvención, ... o mejor, la continuación de un guion por el que la ley de amnistía, en lugar de sufrir restricciones, será ahormada a la fuerza para impedir cualquier mínima fuga que pueda facilitar su inconstitucionalidad. O que Europa la frustre. La técnica jurídica, el bisturí normativo, la precisión quirúrgica en el articulado. Querrán inyectarlo en el ideario colectivo en los próximos días como una necesidad inaplazable, como una mejora cualitativa, como un requisito expreso de progresismo para la mejora de nuestra calidad democrática. Los flecos y los ajustes. Vale. Ya.
Resulta que Junts y ERC se han propuesto introducir enmiendas al bodrio 'amnistiante' del Gobierno, ese en cuya exposición de motivos manipula sin rubor el alcance de la amnistía en Portugal, por ejemplo. Enmiendas que permitan nebulizar delitos de corrupción dura. Bastarán una frase aquí, un añadido sugerente e interpretativo allí, una coma menos para la purificación jurídica allá, y ya está: trasladar fajos de billetes en bolsas de basura ocultas en un maletero a un banco andorrano merecerá perdón, resarcimiento e indemnización porque, un poner, los Pujol y el abuelo Florenci se enriquecieron por el bien de Cataluña 'lliure'. Un consejo: si es catalán, ponga un maletero en su vida. Da mucho de sí.
Bastarán un breve anexo y un punto y coma sobre una frase incomprensible para que su traducción real implique que Laura Borrás, al trocear contratos para facilitar dinero a sus amigos, se convierta en un soldado más de la independencia, y deje de ser una vulgar malversadora experta en coimas. Bastará, en fin, un ejercicio de prestidigitación para que cualquier acusado, imputado, investigado, sospechoso o condenado por terrorismo –en eso anda hoy Puigdemont– merezca el conveniente resarcimiento que es verter lejía sobre sus antecedentes.
La misma prensa que premia a diputados de Bildu por su cercanía, su empatía y trato periodístico, qué cosas, nos convencerá de que sí, que son ajustes técnicos, cuestiones sin relevancia, precisos toques de juridicismos clave y chorraditas para enriquecer la ley. Y terminaremos asumiendo la falacia de tanto enjuague preciosista. Pero no será verdad. Los 'flecos' serán una revisión a fondo de la amnistía para tapar sus agujeros negros y su arbitrariedad, para encubrir errores, para que la manta arrope a todos en una ley gratis total con la que el Estado pida perdón al delincuente. Nos entretenemos con el 'lawfare' de jueces sin pensar que cualquier día se levantará Rufián con el pie izquierdo e impondrá un 'newsfare' o un 'paperfare' para criminalizar e inhabilitar a periodistas no afectos. Nos dirán que las enmiendas vendrán justificadas por el rigor. Pero qué va. Las enmiendas serán el fórceps de una cesión infinita e introducirán eso de las «consecuencias penales» para los jueces que rechacen sus piras inquisitoriales. Otra mentira más de hemeroteca con palabras bonitas. Flecos y ajustes técnicos. Que sí. Y lo creeremos.
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