Hazte premium Hazte premium

EL RETRANQUEO

Costalero, ahora sí

Dieciocho años de ansia y pasión amarrados a una papeleta de sitio, la vida impresa al fin en una tarjeta de relevo. Tu primer tesoro

Las leyes inservibles

¿No será que ERC quiere dinamitar la amnistía?

Manuel Marín

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Él sabía que algún día, un Domingo de Ramos, un Miércoles Santo, se acabaría la impaciencia acumulada desde niño por sentir lo que es una levantá, por arriar los zancos, por fundirse con el crujido de la madera. Jugaba a rachear por el pasillo ... con Tres Caídas o Cigarreras rompiendo el silencio de la casa entre volutas infinitas de cornetas acompasadas. Una toalla le servía como costal y se empapaba de tutoriales en internet para enrollar la morcilla con truco, dejando los pliegues hacia afuera, sin dobleces en la frente. Se fajaba como podía con una bufanda vieja de su padre. Y se tiraba de la visera hacia la nariz para esconder sus ojos, sacar su pecho de niño, y simplemente, sentirse costalero. Imaginaba su paso como un barco de costero a costero. No sé, servía cualquier silla a cuyas patas poder asirse con sus manitas mientras su zambrana imaginaria iba y venía. Y su pasillo era la rampa de El Polvorín en una tarde de sol, o Molviedro en una noche de luna, o la subida de Independencia en una nube de incienso, con Margot durmiéndolo en la trabajadera.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación