café con neurosis
El regreso del Prófugo
Los de Junts, ya pueden sacar pecho, pero han tenido siempre unos líderes de los que siempre tienen que avergonzarse
El raciocinio dentro, a causa del calor
La amenaza del violador
El anuncio del regreso del Prófugo será un ejemplo de aproximación al concepto de eternidad, que siempre trajo de cerebro a filósofos y teólogos. Es verdad que la inauguración de los Juegos Olímpicos, en París, también nos ayudó, pero era una eternidad, a ratos ... amena, con algún destello brillante, y con el desprecio absoluto a los deportistas, como apuntó con brillantez, en esta páginas, Ignacio Camacho. Pero la bonita serie que lleva por título 'El regreso del Prófugo', se intuye más monótona, más repetitiva, como exige siempre el libro de instrucciones del separatismo.
Ya pueden contratar a guionistas brillantes, que no podrán apartarse de lo tradicional. Al menos, en los cortos de Pedro I, El Mentiroso –como su carta, anunciando la meditación profunda– había una fecha de resolución, pero esta amenaza de que va a venir es tan vaga y difusa, que se nota, enseguida, la falta de arrojo del personaje.
Y es que, además de Prófugo, fue Cobarde, porque de cobardes es decirles a los compañeros, colegas, amigos y conmilitones del intento del golpe de Estado: «Mañana, nos vemos en el despacho», y tener ya preparado el automóvil y los acompañantes que iban a ayudarle en la huida. Y los compañeros, colegas, amigos y conmilitones, fueron pagando multas y entrando en la cárcel, mientras el héroe sin honor, se escapaba como un astuto conejo.
Los de Junts, ya pueden sacar pecho, pero han tenido siempre unos líderes de los que siempre tienen que avergonzarse: o trincones que se llevan el dinero a Andorra y paraísos fiscales, o cobardes que dejan en la estacada a los camaradas.
Todo este anuncio de la serie es una consecuencia de que la petición de mano de la Generalitat para Salvador Illa va bien. Eso sí, la boda va a ser muy cara, y la vamos a pagar los casi cinco millones de españoles, que viven en Cataluña y que no son separatistas, y los 45 millones de españoles restantes. Bueno, no, habría que restar algo más de un millón de separatistas vascos, pero aún así, que casi 44 millones de españoles tengamos que pagar la deuda de los golpistas, los derroches, sus embajadas e incluso sus viajes a Rusia para colaborar con un tirano, que quiere desestabilizar e invadir –ya lo está haciendo– Europa, es algo tan insólito que no creo que resista durante mucho tiempo.
El regreso del Prófugo es un anuncio desesperado, porque observa las carantoñas que se hacen Ezquerra y Pedro I, El Mentiroso, y sospecha que la dote va a ser tan abultada que Ezquerra le va a pisar la fama de sacamantecas del Presupuesto. Todo lo motiva el profundo patriotismo, el enorme espíritu de sacrificio del Prófugo, su emotividad catalanista, es decir, lograr el poder y arrebatárselo a Ezquerra. Pues que se atreva a volver.
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