la barbitúrica de la semana
Marruecos por montera, Mustapha!
Pedro Sánchez va por Marrakech cantando los éxitos de Bob Azzam y su Orquesta
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Hermana, ¿te lo vas a callar? (22/7/2023)
Como si de una serie de los Hollister se tratara, Pedro va a la playa, Pedro sube al Falcon, el presidente del Gobierno en funciones ha ido a pasear a Marruecos, mientras en un lugar remoto de España una investidura intenta llegar a buen ... puerto. Eligió el socialista la ciudad roja, acaso porque ahí le conocen bien hasta la forma de caminar. No hay Pegasus, perdón, quise decir, no hay encanto arábigo que Pedro no haya probado: un paseo entre concertinas, regatear devoluciones en caliente en un zoco, catar el chocolate del loro y el cuscús o el pomodoro de Bob Azzam y su Orquesta. Va Pedro por todo Marrakech tarareando: «Chérie je t'aime/ chérie je t'adore, como la salsa de pomodoro/ Ya Mustapha, ya Mustapha», como aquella canción que el cantante libanés popularizó en 1960 y sonó intensamente en un Marruecos ya independizado.
«Un viaje inconveniente, en un momento inconveniente», tituló ABC su editorial cuando se hizo pública la presencia de Pedro Sánchez en Marruecos en pleno periodo de interinidad hacia la nueva legislatura. Pero qué aguafiestas son los poderes mediáticos, si se le ve distendido, feliz, resucitado de su peor combate y abanicándose con un sobre de voto por correo. Va Sánchez de incógnito con su visera de comisario Villarejo mientras el Frente Polisario pone el grito en el cielo por tan evidente compadreo con el Rey Mohamed VI. No se veía al líder socialista tan contento desde la primera vez que usó el Falcon para ver a The Killers en el Festival de Benicasim. Ande yo caliente, ríase la gente. Por eso, mientras gobiernen sus días los de Pedro, claro, pues mantequilla y pan tierno. Ahí va Sánchez, con Marruecos por montera.
Si es que no hay nada mejor que veranear en un país autoritario, bien lo sabe José Luis Rodríguez Zapatero, que pasó la Nochevieja en Tánger con su familia y la entonces ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez. Eso fue antes de descubrir los encantos de la Caracas de Maduro, donde sale a hacer 'jogging' y Delcy Rodríguez lo recibe al grito de «mi rey». En qué barreño estará chapoteando esta semana Yolanda Díaz, objetora pintada en la pared del cambio de postura en las relaciones con Rabat, mientras el presidente se compra un cucurucho de dátiles en la medina. Para no haber ido en su primer viaje oficial, bien que se dio prisa para hacerlo en esta ocasión.
¿Habrán viajado Pedro Sánchez y su familia en modo Airbnb y vuelo 'low cost'? No hay puntada sin hilo en nada de lo que el presidente haga o deje de hacer. Se cambia de postura con el Sahara como de calcetines en verano, porque Pedro lo vale y a ver quién la tiene más grande… la mayoría parlamentaria, por supuesto. Unilateralmente de vacaciones y lo que haga falta. «Chérie je t'aime/ chérie je t'adore, como la salsa de pomodoro/ Ya Mustapha, ya Mustapha», va tarareando Sánchez, como un turista con chanclas y a lo loco.
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