Hazte premium Hazte premium

el ángulo oscuro

El Resucitado de Salustiano García

La unión del Creador y la criatura no se detiene en el ser racional del hombre, sino que abraza también su ser corporal y sensible

Vermut con consentimiento (28/1/2024)

Descolonizando el marco colonial (27/1/2024)

Carbajo & Rojo
Juan Manuel de Prada

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Después de comer del fruto del árbol prohibido, Adán se esconde en la espesura del Edén, para evitar que Yahvé vea su desnudez. Ante lo que Yahvé le pregunta: «¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol del que te ... prohibí comer?». Pues, en efecto, hasta probar su fruto, Adán se había paseado en porreta tan pichi, sin importarle un comino que Yahvé le viera los perendengues. Es su pecado el que convierte su desnudez en impúdica; es su mirada sucia y empecatada la que ensucia su cuerpo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación