Hazte premium Hazte premium

liberalidades

A otro perro con ese hueso

Los grupos que hoy se arrogan la representación exclusiva o preferente de Cataluña eran insignificantes

El escaño que lo cambia todo (30/7/2023)

El PP le hace la autocrítica a Vox (28/7/2023)

Juan Carlos Girauta

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Mis primeras gamberradas políticas se remontan a 1976. No me perdía un recital, una marcha, un acto, una 'mani' (así llamábamos a las manifestaciones; 'manifa' es de antifranquistas nacidos en el felipismo, como pronto). He gritado a Samaranch —camisa azul se puso el tío— cuando ... presidía una Diputación terminal. He puteado a los grises (esos que tú no has visto, valiente) con temeridad adolescente en el concierto donde Llach grabó un celebrado directo. Me las he tenido con «los de Valladolid», policías especialmente temidos, pañuelo amarillo al cuello. Ha caído un hombre a mi lado —luego supe que había muerto— en el escaparate de Canaletas donde nos escondíamos un 11 de septiembre. Me han herido la espalda golpes de esposas que un 'social' no consiguió ponerme cuando reventábamos la fiesta mayor de Mataró al grito de «Llibertat, amnistia, Estatut d'autonomia». Así que soy testigo de lo que se movía en las calles. No en los despachos, claro está, tenía 15 años. Pero la agitación y el jugarse el tipo daban una idea muy clara de lo que había, de la capacidad de movilización de cada cual. Y doy fe de lo que sigue.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación