la suerte contraria
Ustedes no volverán a gobernar España
España no entiende y no acepta que el PP pueda meter en el gobierno un partido abiertamente hostil con las celebraciones y símbolos gay
El PP sube de 89 a 136 y Vox baja de 52 a 33 y todavía tenemos que escuchar que la culpa es del PP. Pues mire, no. Lo primero que hay entender es que si la derecha no gobierna con sus once millones de ... votos -más que en las mayorías absolutas de Aznar y de Rajoy- no es porque no tenga votos sino porque concurre en dos partidos. Por eso y porque Vox pierde, además, diecinueve escaños. Podría haber perdido ocho, diez o trece y, aún así, la derecha gobernaría y los análisis de hoy no tendrían valor. Pero no ha sido así y Vox no aguanta, se desinfla, pierde 600.000 votos y lastra, así, las opciones de la derecha.
Pero, desde luego, la subida del PP no es suficiente. Y el análisis parece claro: los de Feijóo tienen un resultado bueno en toda España, pero la diferencia en Cataluña imposibilita una victoria. Lo que el PP gana en el resto de España lo pierde allí, donde tenían esperanzas de ser segunda fuerza y finalmente son quinta, con apenas seis diputados y a trece del PSC, que suma diecinueve. Esos trece escaños de diferencia son definitivos. Es decir, incluso con la fragmentación del voto y con los 600.000 votos que pierde Vox, el PP podría haber sumado si la diferencia con el PSC en Cataluña hubiera sido menor.
Y, ¿por qué el PP no logra sus expectativas en Cataluña? Pues porque los catalanes tienen un miedo atroz a un gobierno con Vox que elimine las autonomías y me parece lógico, porque no es constitucional. Por muy de derechas que uno sea en lo económico y en su visión de la sociedad, hay que comprender que eliminar las autonomías no hace de ti alguien más de derechas, sino un antisistema. Y la gente lo penaliza. Pero, por encima de todo, en la España de hoy no tiene ningún sentido seguir manteniendo que no existe la violencia de género. Es absurdo, preocupante y, sobre todo, un lastre para la derecha, que regala el 'valor electoral' de la defensa de la mujer a la izquierda. Lo mismo sucede con los derechos de los homosexuales. España no entiende y no acepta que el PP pueda meter en el gobierno un partido abiertamente hostil con las celebraciones y símbolos gays. Y miren, no hay nada de malo en decir a los niños gays que son normales, que no son raros y que no se dejen acosar por matones. Es obligatorio hacerlo. Y es absurdo, preocupante y, sobre todo, un lastre para la derecha, regalar el 'valor electoral' de la libertad sexual a la izquierda. Ídem con el cambio climático. El negacionismo parece antiecologismo y no se entiende. Porque tenemos un problema y es absurdo, preocupante y, sobre todo, un lastre para la derecha negar la ciencia y regalar el 'valor electoral' de la defensa del planeta a la izquierda.
Se puede ser de derechas sin actitudes hostiles a feministas, ecologistas, homosexuales y modelo de estado. Pero si fueran así, no serían Vox. Hasta que no entendamos esto, la derecha no tiene ninguna posibilidad porque, no solo no suma, sino que resta. Pero es lo que hay. Me temo que, hasta que no lo entendamos, Iglesias tendrá razón: «ustedes no volverán a gobernar España».
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