Hazte premium Hazte premium

la suerte contraria

Viva Felipe VI

Admiro su calma, su templanza y esa mirada de billete de 10.000 que pone cuando se enfada

La singularidad de no ser catalán

Volver a empezar

José F. Peláez

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Decía Dalí que lo mínimo que se le puede exigir a una estatua es que no se mueva. Con un rey sucede algo parecido y, más allá de cualquier otra consideración, lo mínimo que se le debe exigir es que hable poco, que mantenga las ... formas y que cuando lo mires no te entren ganas de renunciar al pasaporte y a la respiración aeróbica. Una vez me dijo una mujer que un padre no ha de gritar nunca, que con una mirada debe ser suficiente para que tu prole te entienda y acepte la autoridad de modo natural. Yo me acuerdo de ella cada vez que me enfado con mi hija. Comienzo la discusión susurrando como Marlon Brando en 'El Padrino' y a veces la termino como María Jesús Montero en el concurso de 'irrintzis' de Basauri. Luego recuerdo que la mujer que me dijo que no gritara siempre lo hacía gritando, así que los remordimientos se me van a la vez que la afonía. En cualquier caso, quiero decir que un rey no ha de gritar. Y cabe recordar que los peores gritos son los que se dicen en bajito. Ni siquiera eso: en la sociedad de las redes, la mayor parte de los berridos se dan por escrito. Por eso no gritar es algo que trasciende lo puramente sónico para adentrarse en las frecuencias del alma, que son las que importan. Así que no gritar implica no decir tonterías, huir del 'zasca' macarra, del aplauso suicida, de la palabra gruesa y de ese olor a puerto que se le ha puesto al debate público.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación