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la suerte contraria

Alto el fuego

Llega un momento en el que ya no recuerdas ni por qué luchabas, cuál fue el origen, de dónde viene tanto odio

Padre

Usted puede ser Torquemada

José F. Peláez

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El rencor es un gusano en el alma, un surco de odio a navaja que se hunde en la carne y que no cicatriza nunca. Se diferencia de la envidia en que a un envidioso le duele el éxito ajeno mientras que a un rencoroso ... le duele el recuerdo de su propio dolor. Y lo hace cada mañana. Por eso la envidia trae consigo la culpabilidad privada y el reconocimiento de la propia miseria. Y se tapa con arena para que no huela. Pero el rencor es diferente, es público, no llega con reproches delante del espejo y forma una venganza en estado de latencia, como una crisálida esperando su momento para pasar de larva viscosa a mariposa que sobrevuela las flores de lavanda. Cuando el origen de ese rencor lo forma una afrenta a tu familia, pasas de víctima a verdugo, aparcas el dolor y coges las armas para hacer lo que debes: proteger a los tuyos, jugarte la vida, morir si es necesario.

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