Hazte premium Hazte premium

LAPISABIéN

Átame

Almodóvar, malthusianismo trágico de la vida

El estanque

Urtasun (II)

Jesús Nieto Jurado

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Tantos tacones lejanos, tantos premios merecidos, tanto volver. Tantos molinos quijoteros para, al final, que te recuerden por las salidas de tono los que un día te entendieron, al año siguiente te toleraron y, andando el tiempo, ya te veían en el televisor con ... el rictus torcido de la reposición. Qué colección de gestos del tierno Antonio Banderas que se nos llevó Hollywood. Lo que sí, que Almodóvar le dio a mi yo niño, que no entendía del vivir un pimiento, un Madrid a color. Lo agradeceré siempre.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación