EN OBSERVACIÓN
España es un país serio
Nadia Calviño convence en la cumbre del G-20 de Nueva Delhi
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Contra pronóstico, la cumbre del G-20 celebrada este pasado fin de semana en Nueva Delhi se cerró con una declaración conjunta –de mínimos y para salir del paso, no está el horno para bollos– que resulta esperanzadora como señal de entendimiento planetario en una ... era de crecientes roces territoriales y comerciales. A propuesta de nuestro Gobierno, representado en la reunión por Nadia Calviño, los líderes convocados en la capital de la India firmaron un folio cuyo escueto texto, mecanografiado a doble espacio, se limitaba a reconocer que «España es un país serio», fin de la cita, que es lo que la vicepresidenta primera había sugerido a cuenta de la irrupción de Arabia en el capital de Telefónica, cuyas legendarias 'matildes' serán rebautizadas en una próxima reunión del consejo de administración de la operadora con el nombre –hay terna y debate interno– de Aixa, Fátima o Marién, las tres morillas que me enamoran en Jaén.
Nadia Calviño había acudido a Nueva Delhi con un ventajoso contrato de permanencia, un Galaxy S23 Ultra y un año gratis de Movistar + para que Mohamed bin Salmán viera la Liga los fines de semana, pero Su Alteza Real ni siquiera la recibió. Estaba más interesado en fichar como descuartizador a Daniel Sancho, como el que compra 'matildes' dando un rodeo por Tailandia. Así las cosas, y entre idas y venidas bilaterales, la cumbre se cerró con la declaración universal de la seriedad de España como país, que es lo que proclama cuando está de viaje y le preguntan por algo Nadia Calviño. Nadie puso objeciones por no meterse en más charcos. «La que está cayendo en Grecia», dijo Lavrov, hablando de todo un poco.
Al margen de la seriedad que exhibe España en el exterior cuando, por ejemplo, su vicepresidenta segunda negocia su permanencia en el cargo con un prófugo de la Justicia domiciliado fiscal y procesalmente en Waterloo, cuando su Ejecutivo mangonea en una compañía tan estratégica como Indra, cuando rescata a una aerolínea –estratégica para el chavismo– como Plus Ultra, o cuando sale al rescate familiar y también estratégico de la parentela de la propia Calviño, la seriedad es un valor que, dejando a un lado cualquier consideración doméstica o particular, por hiriente que resulte para los afectados, hay que ponderar en función de los estándares globales, y son precisamente esas circunstancias, colindantes con el Derecho comparado, las que permiten afirmar que hoy por hoy y aunque nos pese España es un país serio, más aún en un foro como el G20, en el que se sientan los representantes de países tan formales como Estados Unidos, donde su más reciente expresidente va a ser juzgado por golpista, o el Reino Unido, cuyo primer ministro va a alcanzar el hito de cumplir un año en el cargo, por no entrar al detalle de la cualificación que merecen naciones como Argentina, Turquía, Rusia, China o el 'holding' que dirige Mohamed bin Salmán, conocido fuera de los mercados como Arabia Saudita. Que Nadia Calviño ejerza en Nueva Delhi de teleoperadora a la que no le cogen la llamada los nuevos abonados de Movistar es lo menos malo que nos podía pasar. Seamos serios y miremos con perspectiva, si no de género, como Rubiales, histórica y geográfica.
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