el contrapunto
La banda de Sánchez
Albert Rivera fue el primero en desnudar la verdadera naturaleza del «1» que hoy conocemos a través de los informes de la UCO
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¡Cuánta razón asistía a Albert Rivera cuando en 2019 le espetó a Pedro Sánchez aquello de «usted tiene un plan y tiene una banda»! El entonces líder de Ciudadanos fue el primero en desnudar la verdadera naturaleza del caudillo socialista, quien ya a la sazón apuntaba maneras del «1» que hoy conocemos a través de los informes de la UCO ... . Esa visión premonitoria le costó a Rivera la carrera y a su partido la existencia, porque muchos no le perdonaron que se negara a pactar con el sujeto retratado de manera tan certera. O sea, con el jefe de la banda conocido en argot mafioso como 'capo dei capi'. Y, sin embargo, a otros nos parecía evidente que con semejante individuo no había nada que acordar, no solo por motivos de índole moral, sino porque un tramposo siempre intentará engañarte, te llevará a su terreno y en él te machacará. Que es lo que hizo en su momento al deglutir a Podemos, para rematar la faena dando el abrazo del oso a Sumar. Al menos Rivera se fue con la cabeza alta, a diferencia de Íñigo Errejón, muleta 'más madrileña' de Yolanda Díaz, conocedora de su oscuro secreto, quien ha salido por la puerta de la infamia tras hacerse pública su condición de acosador sexual aficionado a prácticas depravadas. Ya lo dice el sabio refranero: «Dime de lo que presumes y te diré de qué careces…»
A tenor de lo que vamos conociendo, la banda del «1», Sánchez, disponía ya en 2019 de varias ramificaciones dedicadas a distintos cometidos. La encabezada por José Luis Ábalos y su fiel Koldo, con base en Ferraz y el ministerio de Transportes, se encargaba de recaudar fondos de procedencia ilícita, hacer 'favores' remunerados a empresarios en apuros y ofrecer bienes y servicios extraoficiales a ciertas administraciones socialistas o gobiernos cómplices, como el de Maduro y Delcy. La dirigida por María Jesús Montero, todopoderosa ministra de Hacienda, aprovechaba la información recabada por la Agencia Tributaria, implacable trituradora del contribuyente, para acumular material con el que amenazar a los adversarios políticos, sus parejas o cualquier otra persona susceptible de representar un peligro… digamos que presuntamente. Tal vez sea cierto que conoce con antelación lo que los medios publican horas o días después por estar dotada de una extraordinaria capacidad de adivinación. Sigamos. Desde Interior, el otrora magistrado Marlaska, devenido en villano, aseguraba la alianza con la banda amiga, ETA/Bildu, por el procedimiento de facilitar la vida a sus presos a la espera de liberarlos, mientras intentaba atar en corto a la Guardia Civil destituyendo a Pérez de los Cobos por negarse a faltar a su deber. El asalto a la Fiscalía General aún no se había perpetrado, aunque no tardaría en producirse, poco antes de que cayera el Tribunal Constitucional. Toda banda que se precie necesita jueces afines dispuestos a tapar sus vergüenzas.
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