VISTO Y NO VISTO
Tiburones
Sorprende que ningún juez de izquierdas haya puesto una orden de restricción temporal contra Elon por el rescate de los astronautas
La taza de café
El suicidio de Europa
España es un corral (cotizan las gallinas) donde los «voletíos» nos impiden ver el vuelo imperial de Musk, que en veinte años va a poner un millón de tíos en Marte, posibilidad que agranda el nicho de negocio para los hijillos de Soros. Como « ... Weltanschauung» (¡la «Weltanschauung» de los «Founding Fathers»!), la Luna de Kennedy es el Marte de Trump, frente a la momia de Biden, que no encontró el 'autopen' para pagar con la American Express el billete de vuelta de los dos astronautas abandonados en el espacio, finalmente rescatados por Musk.
–Cuando asumí la Presidencia, le dije a Elon: «Tenemos que sacarlos de ahí. ¿Tienes un cohete a mano?». ¿Cuántas personas tienen un cohete? –explicó Trump en la TV. Al amerizar, los astronautas fueron recibidos por delfines, y alguien tuiteó: «Me sorprende que ningún juez de izquierdas haya puesto una orden de restricción temporal (TRO) contra Elon por el rescate». Curtis Yarvin advirtió a Musk de las trampas del sistema actual, «un estado administrativo nacional» (la Cuarta República, que es burocratización de la monarquía de facto de Roosevelt), frente al «estado libertario nacional» (la Tercera, 1861-1933), popularmente confundido con el de la Constitución (documento de la Segunda, 1789-1961, que describe una república federal, no nacional: forma de régimen completamente diferente).
–La burocracia exige que SpaceX presente un informe sobre el riesgo de que su cohete colisione con un tiburón cuando aterrice en el Golfo de México.
El arreglo pasa por trasladar a Marte a todos los funcionarios públicos, que, por lo visto en lo de Usaid («si busca una circuncisión subsidiada por Usaid en Mozambique, ¡ahora es el momento!»), cuentan con el favor de la Corte Suprema merced a la deslealtad de la juez Amy Coney Barrett, un gol que McConnell metió a Trump en las prisas del primer mandato. Volveríamos a la pugna entre FDR y la Corte Suprema. En el New Deal (volvemos a Miguel Espinosa) había intenciones tan heterodoxas que no resistían la prueba de una versión flexible de la legalidad, y el Poder Judicial invalidó una por una todas las leyes rooseveltianas.
–Derruido ya el sistema liberal, se esbozó así la última y definitiva lid entre la nueva conciencia y el antiguo espíritu republicano, refugiado en el bastión inexpugnable de la juridicidad.
Tres soluciones: renunciar al New Deal (fracaso de FDR); destruir la influencia judicial (hundir la República); cambiar la mentalidad judicial (revolución enmendadora), que fue la elegida, con sutil maniobra psicológica para introducir «jueces jóvenes». Se intentó, y se perdió. Y, sin embargo, se ganó, pues la Corte Suprema «comprendió» que debía retirar su oposición y ceder ante la política como la moral cede ante el Derecho, y éste a los hechos.
–Si miras 'Tiburón' marcha atrás, resulta que es una película en que un tiburón vomita gente hasta que abren una playa.
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