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visto y no visto

Aplaudir ¿para qué?

¿Cómo aplaude usted? ¿En la línea de los hombros, como los trepas, o en la línea de la cintura, como los flamencos?

El cartel de Pozoblanco (7/9/2023)

Alerta presidencial (4/9/23)

Ignacio Ruiz-Quintano

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Aplaudir ¿para qué? Ésa sería la pregunta ontológica de Lenin, porque lo de la libertad, a la vista, hoy, de lo que hay delante (y detrás), resultó ser lo que se llamaba 'pregunta capciosa' («ociosa», escribía siempre un compañero de Redacción, autor de la mejor ... greguería involuntaria a propósito de Ágata Lys: «Agata, felina, como su propio nombre indica…»). Madame de Staël, para Stendhal «la mujer más extraordinaria que se haya visto nunca»» y que nos perdone Nadia Calviño (no parece lo mismo ser la hija de Necker que la hija de Calviño), tenía el aplauso por lo más grande de la vida, y hacía teatro sólo para obtenerlo: «En las bellas artes improvisadas el estrépito de los aplausos actúa sobre el alma como el sonido de la música militar: este ruido embriagador hace circular la sangre más deprisa…».

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