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visto y no visto

Amor y democracia

«Mi amor por ti… no es el amor al proletariado; es el amor a la amada y, por modelo, mi amor hacia ti, lo que hace renacer al hombre en el hombre»

El país

El problema

Ignacio Ruiz-Quintano

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En el principio San Valentín sólo era el papel de regalo con que Pepín Fernández nos envolvía el 'gadejo' (ganas de) cubano. «Cinco sentidos tenemos, / los cinco necesitamos / pero los cinco perdemos / cuando nos enamoramos», cantaba por entonces María Ostiz.

Con el 78 (después ... de todo, una copia burda del Directorio francés), el amor es la democracia. «La democracia es el amor», sentencia Barras, el rey del Directorio, un régimen de juglares y bufones, que ama «las rosas y los vinos, el ruido, la música, los perfumes, los días encantadores y las noches radiantes…, el trono por sus terciopelos». Su divisa es el 'Carpe diem' de Horacio: trotadores polvorillas, leemos en la Historia, lo transportan a Suresnes, oh, justicia poética, con su 'golfería' en carrozas gris amarillo, con su séquito y sus tiros plateados.

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