columnas sin fuste
De aquel juicio, esta ley
Aun podrían tipificar como delito no compartir las tareas del hogar
Se aprueba ahora la ley del 'solo sí es sí' y se personaliza en Irene Montero, madre aparente de la criaturita. Responsable es, pero la ley también es la desembocadura de ese momento colectivo que fue el juicio de la manada, en el que la ... mayoría de la sociedad española estuvo exactamente al lado de la ministra. Si no he enloquecido de tanto juntar letras, lo que recuerdo es a la casi totalidad del periodismo y a la llamada clase política bien alineados con esos argumentos y vueltos luego contra el juez discrepante. Ahí están las hemerotecas, y en ellas se podrá ver que el 'solo sí es sí' fue el logro generacional de las mujeres 'luchadoras' (encabezadas por las periodistas que no hicieron ni medio 'metoo') y nuestras mentes más conspicuas. Estaban descubriendo América, dando un giro copernicano a la cuestión sexual. ¡Qué rancio había que ser para no participar!
«Ninguna mujer va a tener que demostrar que hubo violencia o intimidación en una agresión para que se considere como tal», dice la ministra, y parece que la ley establece con la 'agresión' una tarifa plana. Un único fenómeno, la violencia machista, adopta muchas formas y serán los jueces, cargados de responsabilidad, los que deban calibrarlas con la mayor finura, razón que hará inexcusable el cursillo de perspectiva de género.
Se intuye que lo de menos aquí es la técnica jurídica del legislador, el asunto es fijar esa perspectiva, el mensaje que se manda a jueces y a mujeres, sin olvidar el sistema de ayudas, pues la izquierda desconfía del mercado pero en todo introduce sabiamente el incentivo.
España se pone a la «vanguardia», aunque queda «mucho por hacer». Aun podrían tipificar como delito no compartir las tareas del hogar, como ya se ha pedido en Francia, o puestos a regular el consentimiento, reparar en lo poco que significa un sí expreso en la época del 'double check'. La ley podrá en el futuro exigir la doble acreditación expresa del sí. Los dos tics del whatsApp. Solo sí-sí es sí.
La sociedad política y mediática española tiene en esta ley lo que tanto reclamó en aquellos días indignantes.
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