Las terrazas, espacios de convivencia

La importancia económica de este sector es irrefutable. Supone cerca del 6 por ciento del PIB y genera casi 2 millones de puestos de trabajo directos, Resulta más complejo de cuantificar, aunque encierra quizás el valor más característico, la relevancia social de los bares, restaurantes, cafeterías y locales de ocio nocturno. Según el estudio 'La dimensión social de la hostelería' elaborado por la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales, los establecimientos de hostelería, especialmente los bares, representan servicios de proximidad que contribuyen a tener sociedades más igualitarias e inclusivas, evitan el aislamiento de las personas, favorecen la construcción de ciudadanía y mejoran la seguridad.

En este ecosistema destaca el fuerte arraigo de las terrazas en nuestro modelo de esparcimiento, que tienen un uso intensivo gracias a la favorable climatología de nuestro país. Las terrazas constituyen lugares de convivencia y socialización por antonomasia, en los que está demostrado que no hay conflicto entre clientes fumadores y no fumadores. Por eso, desde el sector, no se comprende la urgencia de legislar sobre algo que no representa un problema real y que solo podría generar inconvenientes. Añadir restricciones adicionales en estos espacios de convivencia volvería a colocar a los trabajadores del sector en una función de vigilancia que no les corresponde, para hacer cumplir una prohibición de fumar en terrazas que, según una encuesta reciente de Hostelería de España y 40dB, rechaza explícitamente un 60 por ciento de los españoles. El estudio indica claramente que un 80 por ciento de los encuestados apoya la legislación vigente y considera que ampliarla no es prioritario. Por tanto, para qué tocar algo que ya funciona.

Por otro lado, la norma propuesta generaría confusión entre los turistas que nos visitan, que no cuentan con esta prohibición en sus países de origen. En Europa sólo en Suecia está vigente la prohibición de fumar en terrazas. Sin lugar a duda, su implantación en España supondría una pérdida de competitividad con respecto a otros países mediterráneos, teniendo en cuenta que somos una de las principales potencias mundiales en el sector turístico. El año 2023 cerró con la llegada de más 85 millones de turistas, y este verano los turistas internacionales volverán a ser la principal fuente de ingresos de toda la industria turística, que supone más del 12 por ciento del PIB nacional. Para muchos turistas, nuestra hostelería y nuestro modelo de socialización en torno a las barras de los bares y las terrazas representan un gran atractivo. Las restricciones propuestas conllevarían una limitación importante de nuestra oferta, que se diferenciaría de lo que encuentran en sus países de origen.

Además, más de la mitad de los encuestados en el estudio de 40dB considera que la prohibición no se cumpliría y, en cualquier caso, resultaría en un ocio desordenado y descontrolado. Las personas que no podrían fumar en la terraza lo harían justo en sus límites, sin contar con espacios habilitados ni ceniceros. Esto provocaría un deterioro del paisaje urbano, con aceras sucias y concentraciones de gente en los alrededores de las terrazas.

Desde Hostelería de España abogamos por el diálogo y la convivencia, y no por la imposición de restricciones que no vienen a resolver ningún problema para la ciudadanía.