editorial
Sánchez extiende su 'muro' a toda la derecha europea
Sánchez creyó ayer que Estrasburgo es La Moncloa, donde nadie le rechista
Pedro Sánchez no acudió ayer al Parlamento Europeo a hacer el preceptivo balance de la presidencia semestral que concluye. Acudió a levantar en Europa el mismo «muro» que se comprometió a edificar en España durante su investidura como cordón sanitario contra todo lo que represente la derecha. Lo que hizo fue enfrentarse a toda la derecha europea, representada en el alemán Weber, ante quien aludió a los peligros de un III Reich en su país. Pronunciar esas palabras en el corazón de Europa no solo hiela la sangre, sino que es una irresponsabilidad política de magnitud que supone una ruptura fáctica de relaciones con más de media Cámara.
También fue irresponsable cuando acusó al PP de practicar 'lawfare' por no desbloquear la renovación del CGPJ. O no sabe lo que es el 'lawfare' –y sí lo sabe bien– o de nuevo manipula a la justicia en función de sus intereses porque el gobierno de los jueces es un órgano constitucional que no dicta sentencias. Como guinda, demostró una inusitada mansedumbre ante las nuevas amenazas de Puigdemont. Sánchez creyó ayer que Estrasburgo es La Moncloa, donde nadie le rechista.
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