EDITORIAL
Una noticia que no homologa democráticamente a un régimen sanguinario
La liberación de presos políticos no obsta para que Maduro, que robó las elecciones y sigue en el poder, siga siendo un despiadado dictador
Acuciado por el aumento del desprestigio internacional por haber robado las últimas elecciones, el régimen de Maduro ha liberado a un centenar de presos políticos que en su día fueron secuestrados por la policía política bolivariana. Naturalmente que esta noticia supone una buena noticia para ellos y sus familias pues pone fin a las torturas que, según varios informes de Naciones Unidas, se dispensan en el Helicoide, sede del siniestro, casi terrorífico, Sebin. Supone asimismo una enmienda a la totalidad al propio régimen con la que está reconociendo la discrecionalidad e injusticia de todas estas detenciones. María Corina Machado ha denunciado los «daños irreparables» que han sufrido estos «auténticos héroes» de la lucha democrática contra el tirano chavista. Lo que en ningún caso supone es que estas liberaciones se consideren moneda de cambio para 'homologar' el nuevo mandato de Maduro, que sigue siendo un autócrata despiadado y una vergüenza para el mundo libre.
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