EDITORIAL
Incorporar al Frankenstein a la dirección del Estado
En la ocupación del Consejo del Banco de España, el Gobierno no se conforma con liquidar el contrapeso de ceder la vicepresidencia al PP
Urgido por su debilidad en el Congreso, Sánchez parece haber comenzado a ejecutar la idea que en su día lanzó su vicepresidente Iglesias sobre la incorporación de «Bildu a la dirección del Estado». No se entiende de otra manera la penúltima maniobra del Ejecutivo, que pasa por buscar un hueco para el PNV o los proetarras en el Consejo del Banco de España. Al ministro de Economía no le importa forzar la renuncia de una consejera colocada por Calviño con tal de satisfacer a uno de los dos socios (en su día ya metió a ERC). En la ocupación del supervisor bancario no se conforma con liquidar el contrapeso de ceder la vicepresidencia al PP, sino que regala su cuota para que sus aliados del Frankenstein le aprueben los Presupuestos. Se intuye que repetirán la maniobra en otros reguladores pues los socios no se conforman con escribir las leyes (Junts, la de amnistía; Bildu la de seguridad ciudadana, entre otras); quieren tomar la dirección del Estado haciendo realidad aquel sueño de Iglesias.
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