EDITORIAL

La hora de los sindicatos por el fraude de los ERE

UGT tiene que aclarar ante el Tribunal de Cuentas en qué consistió su papel en aquel monumental fraude

Compuesto por un centenar de piezas separadas, la macrocausa de los ERE, el mayor caso de corrupción de nuestra historia democrática, estaría incompleta sin los procesos abiertos en el Tribunal de Cuentas, unos 'procedimientos de reintegro por alcance' con los que tratar de recuperar parte del dinero malversado en Andalucía, repartido entre la clientela que sufragaban el PSOE y los sindicatos.

Es en estos juicios donde UGT tendrá que responder por su papel de cómplice necesario en un fraude que, a costa de los andaluces, benefició a los denominados 'intrusos', falsos trabajadores que se lucraron con los ERE articulados por la Junta.

Con casi cincuenta sedes ya embargadas, aceptadas como garantía de una fianza que roza los diez millones de euros, UGT no solo tiene que aclarar ante el Tribunal de Cuentas en qué consistió su papel en aquel monumental fraude, sino explicar a la sociedad cuál era –o es– su concepto de trabajador, de subsidio y de ayuda.

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