LA DEFENSORA DEL LECTOR
Silencios que confunden
Mantener un estándar riguroso exige tanto trabajar en la selección de los temas y los enfoques como en valorar el coste de las ausencias
Emociones malsonantes
Subir el nivel
![Silencios que confunden](https://s2.abcstatics.com/abc/www/multimedia/opinion/2024/06/23/ABCDEFENSORA_23_6_24_SADABA-RJbVrfiFNy1sQRIiBKC2mZO-350x624@diario_abc.jpg)
El lector Josep Vilà me escribe muy indignado al no encontrar mención en las páginas deportivas del diario al reciente Campeonato de Europa logrado por el equipo de balonmano del F.C. Barcelona. A su juicio, ABC «vuelve a hacer gala así de su tradicional ... e insuperable antibarcelonismo, rayante en la más pura Barçafobia».
Respecto a la queja del lector, José Miguélez, redactor jefe de Deportes de ABC, discute la acusación de antibarcelonismo, y pone como ejemplo la cobertura única que se hizo, con enviado especial incluido, de la última Copa de España que ganó el Barça de fútbol sala. En el caso del fútbol masculino, afirma que «después del Madrid, el Barcelona es el equipo que más atención recibe, probablemente por encima de la que merecen sus resultados». Pero en cambio, sí reconoce que hay un amplio margen de mejora en la cobertura que el periódico hace del balonmano, «el deporte probablemente más desatendido por la redacción entre los grandes». Y entiende el enfado del lector por este trato «intolerable» a una disciplina a la que «se presta menos atención de lo que se debería».
Miguélez recuerda que el día 9 de junio fue muy rico en eventos deportivos y la sección del día 10 publicaba siete páginas, «cuatro dedicadas al tenis, a la victoria de Alcaraz en Roland Garros, una a atletismo, una a la Fórmula 1, y otra a fútbol, con los preparativos de la Eurocopa». La página de fútbol, además, desapareció en las ediciones regionales para dar cabida a la información local. Así que mientras que el enfoque polideportivo sí se daba, reconoce que «las manos disponibles» no permitieron prestar atención a la victoria del F.C. Barcelona. Cabe también señalar que el mismo día 9 la edición digital del diario sí incluía la noticia, aunque de manera muy sucinta, y el propio Miguélez reconoce que «mejor que no aparezca a que sea en forma de un breve».
José Luis Rojas Torrijos, profesor titular de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla y especialista en periodismo deportivo, reconoce lo difícil que es luchar contra la «futbolización y el resultadismo». «El tiempo y el espacio dedicados al fútbol en la prensa deportiva española ha crecido proporcionalmente al tamaño de los equipos de comunicación trabajando para los clubes», lo que «redunda en una pobreza de fuentes y en que solo se preste atención a otros deportes cuando se gana alguna competición importante». Sobre la poca atención prestada al balonmano, Rojas Torrijos cree que no está justificado el desinterés, y distingue entre deporte mediático y deporte minoritario para explicar que el balonmano puede no ser mediático, pero en ningún caso minoritario. De hecho «la liga Asobal es una de las más fuertes de Europa, a la altura de las de Francia, Alemania o Dinamarca, y se han cosechado triunfos muy relevantes en esta disciplina». A juicio de Rojas Torrijos, existen «criterios de noticiabilidad objetivos» que justificarían una mayor presencia del balonmano en los medios, atendiendo al interés social de esta práctica deportiva. Miguélez, que en su juventud jugaba a balonmano, discrepa sobre su relevancia actual, aunque lamenta cuánto le «cuesta encontrar interés en la sección» para atender esta disciplina. Rojas Torrijos señala a la «falta de interés de las televisiones» para explicar por qué no es capaz de suscitar el del resto de medios.
Parece razonable afirmar que, como señala el señor Vilà, el triunfo del Barça reunía esos «criterios de noticiabilidad objetivos» para ser reseñado en el diario. Que la noticia encuentre acomodo en la edición impresa o en la digital puede tratarse de la decisión más complicada, aunque los lectores cada vez más entienden el periódico como una unidad, independientemente del soporte desde el que acceden a la información.
Si bien no parece que la omisión se deba a una supuesta 'Barçafobia', cuando hay razones objetivas para tener una expectativa cierta de que un hecho merece recibir atención informativa y no sucede, es normal que aparezcan las interpretaciones subjetivas o las teorías de la conspiración. Mantener un estándar riguroso exige tanto trabajar en la selección de los temas y los enfoques, como valorar el coste de las ausencias. Cuanto más amenacen las emociones con velar la interpretación de una noticia o de su omisión, más fino ha de ser el ejercicio de la Redacción.
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