TRIBUNA ABIERTA
El debate económico en España
El Gobierno enfrenta la crisis con un populismo propio de la Argentina peronista
El actual debate económico en España no es más que una nueva edición de los clásicos enfrentamientos entre socialistas y defensores del capitalismo. Entre quienes, abandonado el mito de la revolución, deben convivir con el mercado renegando de él, y quienes enfrentan al populismo irresponsable ... proponiendo medidas, acaso poco populares, pero efectivas para la generación de riqueza.
He visto con estupor que aún hay quienes culpan de la inflación a los empresarios que 'especulan'. Ya ha pasado suficiente tiempo para que por lo menos quienes hemos sufrido inflaciones severas –hablo con la 'autoridad' de haber vivido una de 7.000% anual con el primer gobierno de Alan García en Perú– sepamos que la inflación es ante todo un fenómeno monetario y, sólo de manera excepcional, una inflación de costos (por fenómenos climáticos o guerras). La inflación que vive Europa la generó la política expansiva del Banco Central Europeo por la pandemia. Luego vino a empeorar todo la guerra y su efecto sobre el costo de la energía.
Entre tanto, el Gobierno socialista enfrenta la crisis con un populismo propio de la Argentina peronista. Todo lo contario de la Comunidad de Madrid, que viene dando lecciones de cómo gestionar las crisis, poniendo siempre el ojo en los actores que generan riqueza, para incentivarles a crecer, generar empleo y, así, mejorar los ingresos. La eliminación del Impuesto al Patrimonio ha sido consecuente con dicho propósito (aquello de 'dumping tributario' es risible). Si queremos que los capitales vengan a Madrid, pues que no paguen más que en Lisboa, donde se están estableciendo muchos de mis amigos de América Latina que huyen del socialismo.
Los socialistas hablan de subirle impuestos a «los ricos» y castigan a las clases medias, con el argumento de que se necesitan recursos para sanidad y educación. Luego, suben sueldos públicos y pensiones en busca de votos. La consecuencia: más deuda, más inflación. Ello a pesar de que en el sector público español los salarios ya son, en promedio, 60% superiores que en el sector privado (cifras de 2020). Donde se genera la riqueza, se gana pues mucho menos que donde se redistribuye. Desconcertante. Tarde o temprano se tendrá que hacer una reforma laboral profunda.
En cuanto a la factura de la energía, se la debemos al ecologismo irreflexivo, una de las nuevas banderas socialistas. La energía nuclear es la más limpia y se cerraron las centrales sin argumentos válidos. Y ahora, las potencias europeas dependen del gas de Rusia y países como Argelia. Es una decisión que, como en Alemania y Francia, debe revisarse.
Hechos concretos como el golpe a las clases medias de la inflación y de los impuestos socialistas, o el auge de Madrid frente al declive de Cataluña, son motivos para pensar que pronto los españoles echarán a la izquierda del poder y se podrá potenciar la economía y la proyección atlántica de este gran país.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete