Madrid, la alternativa

La hegemonía del PSOE es tan apabullante en cuestión de valores y mentalidades, que el adversario al que le han levantado un muro se limita a hacer las mismas políticas. En el Senado se acaba de aprobar, con mayoría del PP, una guía para el uso no sexista e inclusivo del lenguaje. Los partidos políticos, como los hombres que piensan, como Victoria's Secret, deben ser ejemplos de liderazgo y creatividad. Por ejemplo, la firma de lencería ha apostado por un nuevo cambio de marketing más inteligente: «La sensualidad puede ser inclusiva». Salvadas estamos. Así las cosas, el PP puede tomar nota del secretito de Victoria y decir que su modelo liberal es más inclusivo que uno que apuesta por conceder privilegios a Cataluña y País Vasco a costa del dinero del contribuyente. Y así con todo.

Aquí falta personalidad y sobra pensamiento único y corrección política que parecen privilegio del Estado, pero que en España, irónicamente, están aplicando las autonomías, las pequeñas nacionalidades, las miniespañas… Peor que un disparate, yo lo considero una ambición larvada, porque cuando la oposición empieza a descubrir que no le importan otros valores, asentar otras ideas, el socialismo son lentejas. Apostar por el modelo de Madrid es la opción ganadora. Si los socialistas de Madrid viven mejor que los soberanistas catalanes, eso se lo debemos a la señora Ayuso. Si, el liberalismo en España es un chiste y se ha quedado en la versión dominical de sí mismo, pero la presidenta es liberal de paisano y tiene un modelo alternativo. El liberalismo no se sabe lo que era, pero sirve como filosofía de vida, para vivir y dejar vivir.

Queremos decir que el señor Feijóo también debe dar la batalla proponiendo reformas y modificaciones en este sentido. Los periodistas del régimen ya se dedican a la política cortinilla y la TV al cine de barrio, como el que hacía Carmen Sevilla el fin de semana, su polémica cotidiana (siempre hay que tener una) ya es siempre la misma cosa. Se van agotando los recursos perversos de la corrupción y la mentira de Sánchez, pero tiene que haber algo más que el antisanchismo, una alternativa viable. Todo esto parece que suena a utopía, pero la nitidez de las propuestas y la solidez de ese modelo liberal nos garantizan un futuro digno de ser asumido y un ejemplo de vida en común que pronto pudiera empezar a servir para el resto y que debe llevarse adelante –si es necesario con los adjetivos de moda.