Hazte premium Hazte premium

después, 'naide'

El punki y el legionario

Cuando has visto un determinado número de cosas, sabes distinguir entre las que no quieres que vean tus hijos y las que sí. Esta es de las segundas

El milagro de Chiva: «El agua nos borró los colores»

Así viven las catástrofes los que están al mando

Chapu Apaolaza

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La frontera entre Paiporta y Picaña la componen unas vías de tren melifluas, dalinianas. Un operario se esfuerza en cortarlas con una espada de luz de acetileno. Los camiones militares levantan una nube de polvo rojo y tóxico que otorga al conjunto un cierto aire ... apocalíptico e iraquí, y parece que al fondo ardieran pozos petrolíferos. Junto a las vías, sentados en una escalera, charlan un punki y un legionario. He reparado en ellos al aparcar mi 'Princesa Ana,' una de esas motos británicas con las que puedes acercarte a las carreras de Ascot o a cubrir unas inundaciones. Cuando se fueron los 'influencers', se quedó en Paiporta un resto de gente áspera y determinada, tipos y tipas duros como jabalíes capaces de limpiar de un garaje veinte días de barro estancado con miasmas. Gente que te saca del hoyo lo mismo que te harían cambiar de acera si te los cruzas una noche camino de un polígono. Estos dos forman parte de ese grupo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación