el burladero
La seguridad ciudadana de Otegui
La Policía podrá utilizar gomitas con las que los niños pequeños juegan
El Nene en Nueva York
Estupefacción ante la audacia israelí
Que la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, que no es otra que su derogación, sea anunciada por los herederos de Batasuna es semejante a que la Ley de Amnistía sea redactada por los delincuentes a los que beneficia. Tal para cual. Una ... nueva indecencia de Sánchez con tal de contentar a quienes lo mantienen en el poder. Al igual que los golpistas deciden cómo se les debe beneficiar para el borrado de sus delitos, son ahora los cómplices de los terroristas de ETA quienes presentan las normas mediante las cuales se les ata las manos a la Policía y se establece la normativa para calibrar y delimitar la seguridad a la que pueden acceder aquellos que se han manifestado contra el orden establecido. El baremo Bildu es el que va a marcar el proceder a partir de ahora en todo tipo de manifestación. La Policía podrá utilizar gomitas con las que los niños pequeños juegan a sus batallitas, nunca pelotas de goma (que puede ser la anécdota, pero también el síntoma), y no podrán identificar a delincuentes callejeros si no es utilizando métodos versallescos en plena batalla. Podemos, por cierto, lo considera insuficiente.
El pacto entre Bildu, es decir, ETA, y el Partido Sanchista jamás se ha hecho público. Conocemos el alcance de otros acuerdos vergonzosos del Gobierno, pero no la literalidad del trato entre los hijos de Otegui y las terminales de Sánchez. No es necesario ser un lince para establecer la ausencia de límites decentes en el articulado: coinciden la falta de decencia en el lado gubernamental y el ansia destructiva del Estado en el lado filoterrorista. Hemos conocido esta misma semana la culminación de la letra oculta del pacto: trasladar los presos al País Vasco, transferir la gestión carcelaria y, consecuentemente, conceder libertades camufladas a asesinos que no han mostrado ningún tipo de arrepentimiento, practicado ello por una consejería de titularidad socialista, la misma que la de algunos asesinados por los beneficiados de hogaño. En pocas palabras: presos por votos. En virtud de ello salen a la calle, entregados al homenaje pueblerino, criminales del tamaño de Iragui y Solana, miembros del llamado comando Andalucía que acabaron con la vida de Cariñanos, Martin Carpena o Luis Portero, entre otros. En ningún momento han mostrado, insisto, arrepentimiento ni petición alguna de perdón, beneficiándose de unos cuantos años de rebaja en su justa condena a los años que deberían permanecer en prisión. Por si ese escarnio fuera poco, Sánchez, en su incalificable miseria, cede a sus socios 'progresistas' el derecho a dictar las leyes de Memoria Histórica y, ahora, el de reformar las normas por las que la seguridad de todos los ciudadanos sean establecidas por los hijos de Otegui. Cabe preguntarse después de esta nueva ignominia qué va a quedar en pie cuando este sujeto pernicioso se vaya o consiga ser expulsado del poder. ¿Cómo se podrá recomponer cada una de las parcelas que está destrozando su sedienta y enfermiza ambición? Estoy loco por ver cómo el Equipo de Opinión Sincronizada justifica esta indecencia.
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